jueves, 29 de abril de 2010

El Salvador y su historia








El Salvador y su historia

COPILO. MsD. Walter Alfaro

Datos generales:
El Salvador es el país más pequeño y el más poblado de la región centroamericana. Su extensión territorial abarca 20741 km2 y su población es de poco más de 6 millones de habitantes. Se calculan 255,5 habitantes por km2. Sólo en la capital del país, San Salvador, vive un millón.
Limita al norte con la República de Honduras, al oeste con la de Guatemala y al sur con las costas del Océano Pacífico. De acuerdo a la Constitución de 1983 el país se divide política y administrativamente en 14 departamentos agrupados en tres zonas: occidental, central y oriental.

El Salvador es un país de jóvenes y mestizos. El 50% es menor de 16 años y el 85% de mestizos. El 10% de la población es blanca y solo el 5% está compuesta por algunos núcleos indígenas que han sobrevivido a las masacres a lo largo de la historia.
El índice de natalidad es de 3.5% anual. De acuerdo al censo de 1971 se estima que "de cada 100 nacidos vivos 115 morían antes de cumplir un año de edad".1 La deficiencia nutricional y las enfermedades infecciosas son causas de la mortalidad debido a la falta de servicios médicos y a los niveles extremos de miseria en que vive la mayoría.

El 40.3% de la población mayor de 10 años es analfabeta. Según los datos del sindicato magisterial ANDES 21 de Junio, se estima que alrededor del 1,4% de la población no tiene escuela. La población adulta analfabeta en el campo alcanza el 67% y en las zonas más apartadas alcanza cifras aún más alarmantes.2

La concentración de la tierra ha sido un elemento de conflicto constante desde la conquista española hasta la actualidad.

De acuerdo a Camacho y Menjívar, la propiedad de la tierra es la siguiente: El 1.5% de las fincas tiene un promedio de 302.5 hectáreas de extensión; estas fincas equivalen al 49.3% de todas las tierras cultivables. Estas fincas pertenecen a propietarios o arrendatarios. Como contrapartida, el 48.9% de las fincas posee el 4.8% de la superficie cultivable, con extensión de 5 hectáreas promedio. Este dato señala las posibilidades económicas y políticas: un 1.5% de los propietarios agrícolas está controlando la mitad de las tierras cultivables en El Salvador.

Desde 1932 la oligarquía salvadoreña depositó el poder político en el ejército por lo que el país estuvo regido durante más de 47 años por gobiernos militares, quienes accedieron a él por procesos electorales fraudulentos o por seis golpes de estado (1931, 1944, 1948, 1960, 1972 y 1979). El país vivió en este periodo dos breves momentos de apertura política: de mayo a octubre de 1944, con la destitución del poder de Hernández Hernández y con la Junta de Gobierno Revolucionario de octubre de 1960 a enero de 1961.
A partir de la formación de organizaciones campesinas y obreras van surgiendo otras agrupaciones de carácter político militar que con los años van definiendo sus perfiles.




De los orígenes al tiempo de la colonia

Durante la colonia, la estructura de la tenencia de la tierra se fue modificando. Con el despojo de los indígenas de sus tierras y la concentración de las mismas en pocas manos, se originó una nueva forma de producción denominada la hacienda.La hacienda fue el germen de los grandes latifundios que en la actualidad sigue vigente.
La forma de trabajo comunitario indígena. Los indios fueron repartidos a los hacendados para quienes debían trabajar y pagar un tributo a su encomendero, el que tenía la obligación de enseñarles la religión cristiana y brindarles una instrucción de acuerdo a las Leyes de Indias. Este dictamen de la Corona no fue respetada. Los indígenas fueron obligados a trabajar para un hacendado prolongadas jornadas de trabajo a cambio de una remuneración abyecta. Recibían una mala alimentación, fueron víctimas de maltratos físicos, opresión y discriminados.
Hacia el siglo XIX aparecieron otras formas de extorsión y de impuestos fiscales. Además del pago de tributo en especie de productos del agro o manufactureros a las autoridades españolas, existió la habilitación que era un préstamo de dinero que los jornaleros recibían en proporción al valor de las cosechas o el trabajo a realizar. Por otra parte, la iglesia católica cobraba diezmos y primicias y el fisco la alcabala. Además de estas formas de extorsión económica, la esclavitud5 fue una forma de dominio total todavía después de haber alcanzado la independencia española.
La agricultura siguió siendo la base fundamental de la economía y con la introducción de nuevos métodos e instrumentos de producción como son al arado y el uso de bestias de tiro y de carga, se incursionó el cultivo de seda, cáñamo y lino.
Los cultivos estuvieron determinados por la demanda del mercado exterior. En el siglo XVI se exportó cacao y bálsamo que fueron sustituidos en el siglo XVIII por la explotación del jiquilite o añil. Ante el creciente consumo europeo del añil, en 1750 El Salvador aumentó su volumen de producción convirtiéndose en un país monoexportador y abastecedor del mercado mundial hasta 1880, fecha en que se descubre el colorante artificial, la anilina.

El aumento de la producción de añil requería de grandes extensiones. La población indígena salió muy afectada pues sin tierra, sufría la escasez del alimento que no podía cultivar.


Independencia y disolución de la Federación Centroamericana

En 1841 El Salvador se declaró República Federal Independiente. El grupo menos favorecido siguió siendo el indígena. Roque Dalton señala que la situación de este sector no cambió en lo más mínimo con la independencia ya que los criollos y los mestizos desempeñaron el papel de explotadores. "Las masas indígenas bien pronto cayeron en la cuenta de que lo único que había cambiado eran las personas de los amos."












Entre los años de 1832 y 1833 y bajo el lema "tierra, medio de producción y libertad", hubo una rebelión indígena como respuesta a la usurpaciones de tierras, al reclutamiento militar forzoso y al incremento de impuestos. Las comunidades nonualcas dirigidas por Anastasio Aquino, antiguo jornalero de una hacienda añilera, se levantaron en armas logrando tomar las ciudades de Zacatecolutla y San Vicente. La rebelión motivó a otros sectores y de 3000 hombres el ejército de los nonualcos llega a sumar 10 000.7 Anastasio Aquino fue sorprendido por las fuerzas del ejército y fusilado en San Vicente el 21 de abril de 1833.


La larga historia del Café

Antes de que la exportación del café tomara gran importancia en los mercados europeos y norteamericanos, este grano se producía en pequeñas cantidades.
Para impulsar su producción, los gobiernos salvadoreños exentaron a particulares interesados en el cultivo de pago de impuestos y del servicio militar.
Como incentivo a la producción cafetalera, el general liberal Gerardo Barrios transfirió en 1859 haciendas públicas. La primera modificación a la forma de propiedad se dictó en febrero de 1881 con la Ley de extensión de comunidades decretando la abolición de propiedad de tierras. De igual forma en 1882 las tierras ejidales son expropiadas.
Aunque en 1872 el añil alcanzó el precio más alto en su historia, las exportaciones de café a California se duplicaron en 1877; de 5 381 sacos ascendieron a 10 545. En 1879 la exportación del café superó la del añil, representando el 48% de los ingresos totales del ramo de exportaciones.

Los hacendados y oligarcas fueron concentrando la propiedad de la tierra11 y se fueron adueñando de la economía nacional. Liberales y conservadores pertenecían a este sector privilegiado y desde el poder hicieron transformaciones para su beneficio: reformación al sistema de tenencia de la tierra, liberación de la mano de obra y creación de cuerpos represivos.
Con el despojo los campesinos se vieron obligados a vender su fuerza de trabajo en el campo, a migrar a las ciudades o a trabajar en las plantaciones bananeras en Honduras. Para reclutar, controlar y garantizar que la mano de obra no "escapara" de la región, se creó la Ley sobre jornaleros y de jueces agrícolas.12 En 1889 se creó la policía rural en los departamentos cafetaleros y en 1912 la Guardia Nacional. Esta última instancia va a jugar desde su creación un papel represivo a lo largo de la historia salvadoreña junto con la Guardia Civil.
Los principales interesados en el cultivo del café fueron el sector cafetalero y los migrantes europeos que arribaron al país entre 1869 y 1872 y fundaron compañías exportadoras, controlaron el mercado y parte de los créditos.
Cuando en la segunda década del siglo XX los precios del café empezaron a declinar, el control quedó completamente en manos del sector cafetalero ya que los campesinos que aún no habían sido afectados por la Ley de expropiación, tuvieron que vender sus tierras comunales. El sector cafetalero además de poseer las tierras controlaba las distintas ramas económicas del país, era propietario de la banca. La modernización requería construir obras de infraestructura.


En 1908 e construyeron vías ferroviarias para articular las zonas cafetaleras con el puerto de Acajutla. Para tener una rápida comunicación entre la zona oeste con el este del país15 se construyó sobre el río Lempa el "Puente de oro". Los financiamientos y las inversiones norteamericanas fueron desplazando a los ingleses. La alianza con la oligarquía y con la burguesía agrícola fue la política que los Estados Unidos siguió para expandir su dominio político y económico en la región.16 También se nota un crecimiento en la actividad artesanal y se incrementa el comercio interior. Es en esta época donde surgen las primeras organizaciones gremiales y sindicales, la Universidad Popular y el Partido Comunista Salvadoreño.


Golpes y dictaduras militares

Con la agudización de la crisis económica mundial de 1929 los precios del café sufrieron una fuerte decaída. Las haciendas cafetaleras disminuyeron la producción, generando desempleo masivo y empobrecimiento del campesino. La crisis y la cercanía a las elecciones presidenciales dio pie a que los afectados buscaran canales de expresión incitando a la movilización y a la organización popular.
Arturo Araujo, accede al poder en 1931 por medio de las únicas elecciones libres que haya conocido el país.17 La crisis mundial y el descontento social al no ser cumplidas las demandas, fueron aprovechados por el grupo dominante más conservador para manipular. Un golpe militar lo destituyó y su lugar fue ocupado por el general Maximiliano Hernández Martínez que dura trece años. "Con él comienza una de las dictaduras más violentas que América Latina haya conocido y desde entonces los gobiernos militares se han sucedido hasta nuestros días."

El desbordamiento popular en 1932 hubo debido a la cancelación de la segunda ronda electoral, en las que participa el Partido Comunista Salvadoreño (PCS) provocó un desbordamiento popular. Obreros, campesinos, artesanos, estudiantes y profesionales se levantaron en armas para exigir el derrocamiento de la dictadura y mejores condiciones de vida. La insurrección fue brutalmente reprimida por la Guardia Nacional y por las organizaciones de la burguesía cafetalera llamadas Guardias Cívicas. Farabundo Martí, primer secretario general del PCS, es fusilado y se calcula que junto con él aproximadamente entre 30 a 40 mil campesinos sufrieron el mismo destino.

A partir de la masacre la represión aumentó; las organizaciones democráticas fueron destruidas casi en su totalidad, los partidos políticos fueron declarados ilegales, los canales de expresión clausurados, el movimiento de la población controlada mediante las "Cédulas de Defensa Patriótica Nacional". Además se crearon instancias represivas para "guardar" y vigilar el orden público, sellando así un pacto entre la oligarquía y la estructura militar. Las luchas del poder vinculadas directamente a los proyectos políticos se realizaron dentro del aparato de gobierno.
Desde 1932 el aparato militar se instauró en el poder y las fuerzas armadas se fueron profesionalizando. Este periodo marcó también el inicio de la descomposición del grupo en el poder repartido entre dos sectores: los militares y la oligarquía cafetalera. La perspectiva de la oligarquía más conservadora estaba dirigida hacia el interior del país, se orientaba en mantener un capitalismo agrario basado en el control de la propiedad de la tierra. La otra tendencia se inclinaba de manera más favorable hacia los vínculos económicos militares fuera del país.20 Los conflictos dentro del ejército se repartieron entre la parte militar más conservadora y entre los jóvenes militares "rebeldes" que apoyaban ciertos cambios sociales bajo la dirección de las fuerzas armadas.





Para impedir la reelección por tercera vez de Hernández Martínez un grupo de militares, representantes de los grupos medios y una fracción de la burguesía industrial, pactaron una alianza para sublevarse contra su gobierno. La sublevación cívico-militar del 2 de abril de 1944 fue controlada y algunos de sus principales dirigentes fueron fusilados. Seguido a este acto, grupos de estudiantes, obreros, artesanos y con el apoyo del sector terrateniente sostuvieron una huelga general de brazos caídos logrando paralizar casi todo el país y destituir a Hernández Martínez del mando el 7 de mayo de 1948.

Los gobiernos que se sucedieron fueron impuestos por golpes militares o por fraudes electorales dando pie a una fase de lucha partidista en el poder. Asimismo se inicia la fase del desarrollo económico por parte de la burguesía industrial.


Industrialización

En esta década los países centroamericanos establecieron tratados bilaterales de libre comercio. Antes de firmar el Tratado General de Integración Centroamericana, la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) auspició un Tratado General de Integración Centroamericana, el que intentaba realizar una planificación regional para buscar la integración de la industria en la región, limitar las inversiones extranjeras y buscar el crecimiento económico de los países de forma equilibrada.22 Esto desfavorecía la política de expansión por lo que un la firma del Tratado, en diciembre de 1960, estos puntos fueron ignorados.
Aunque en los primeros años de haber entrado en acción el Mercado Común Centroamericano el producto interno bruto se incrementó, no logró solucionar los problemas de la mayoría.
Como la mano de obra salvadoreña no fue absorbida la población migra a Honduras pero las dificultades en que encontraba este país debido a las desventajas del desarrollo industrial, a la deuda externa y a los conflictos limítrofes entre El Salvador y Honduras, ocasionaron fricciones. Se hace campaña contra los productos salvadoreños, los trabajadores migrantes tuvieron dificultades para ser contratados, se congeló el capital salvadoreño invertido en Honduras. El otorgamiento de propiedades de tierras hecho por la reforma agraria, decretada en 1962, obligó a 100 mil residentes salvadoreños a regresar a El Salvador. Ante este acto las autoridades salvadoreñas rompieron relaciones con las de su país vecino23 desatándose en julio de 1969 una guerra conocida como la guerra de las "cien horas" o como la "guerra del futbol". El enfrentamiento armado entre ambos países llevó al fracaso rotundo del Mercado Común Centroamericano.
Como se ha señalado anteriormente, El Salvador es un país agrícola. De acuerdo al censo de 1960, la población económicamente activa era de un millón 365 mil 522, de estos un millón 139 mil 314 eran trabajadores agrícolas, de los cuales cien mil 971 eran menores de quince años. Sólo 48 mil 421 eran trabajadores permanentes. 266 mil 181 eran trabajadores urbanos, de los que 26 mil 584 eran obreros y 87 mil 835 artesanos.



La tierra estaba distribuida de la siguiente manera: el 4.10% de personas concentraban el 67.28% mientras que el 32.72 estaba distribuida en el 95.90% de la población. Otro fenómeno que aumentó el desempleo del sector agrícola fue el ocio de la tierra; el 53.1% estaba sin cultivar.24 Estas cifras vienen a confirmar la hipótesis de Cabarrús quien afirma que cuando el campesino no puede seguir siendo campesino, se hace revolucionario.25 El sector campesino, eminentemente religioso irá vinculando su fe y su lucha política convirtiéndose en dos elementos inseparables. En 1965 surge la Federación Cristiana de Campesinos (FECCAS) impulsada por obreros de la Unión Nacional de Obreros Cristianos (UNOC).


El retorno de los salvadoreños de Honduras y el deterioro de vida de los sectores populares, significaba para el Salvador engrosar las filas de desempleados, de campesinos sin tierras y enfrentarse al descontento acumulado y en ebullición.


ANDES 21 de Junio

No sólo campesinos y obreros vivían situaciones de miseria, los maestros también. Lo que llevó al sector magisterial a organizarse fueron los bajos salarios, el empobrecimiento y el descontento de los trabajadores de la educación debido a la carencia de prestaciones y a la creación de nuevas medidas del Sistema Nacional de Retiro, que establecía como requisito para la jubilación de los trabajadores del estado haber cumplido 40 años de servicio y contar con 60 años de edad.

En 1964 surgió la asociación magisterial ANDES 21 de Junio. Bajo el lema "por la dignidad del Magisterio", los maestros salvadoreños hicieron una serie de actividades y movilizaciones callejeras para exigir solución a sus demandas. Junto con la Asociación de Profesores Normalistas de Secundaria (APNES) y la Unión de Maestros Salvadoreños (UMS) integraron el Comité Coordinador Pro Derechos del Maestro.26 El 21 de junio de 1965 las calles son llenadas por más de 100 mil maestros combatientes, dispuestos a exigir el cumplimiento de sus demandas. Después de haber obtenido su personería jurídica (21 de junio de 1967) ANDES 21 de Junio hace un paro de labores por dos semanas y en febrero de 1968 una huelga magisterial que dura 50 días. Como forma de frenar la consolidación del movimiento magisterial que iba despertando admiración y apoyo departe de otros gremios, los maestros fueron destituidos o transferidos a otras regiones. Aunque la huelga se levantó habiendo logrado sus reivindicaciones, el gobierno encarceló a cientos de huelguistas y la Guardia Nacional asesinó a dos de sus dirigentes. La represión y la violencia en lugar de debilitar la combatividad logró incorporarlas de forma masiva a la lucha organizada. Los profesores, afirma María Eugenia Toledo, iban comprendiendo que el problema no era exclusivo de ellos sino que los demás (obreros y jornaleros) vivían una explotación de miseria más aguda.

Los maestros se ven representados en ANDES 21 de Junio. Para la huelga nacional que convocará nuevamente en demanda de aumento salarial y reformas a la Ley de Escalafón, 11 mil 884 maestros de todo el país hicieron paro durante 55 días. La ola de huelgas que se desataron choferes urbanos, obreros textiles, trabajadores de aseo público y las dos de ANDES 21 de Junio van a contribuir al fortalecimiento de la oposición que lucha con todas sus fuerzas por ser representada dentro del Estado.









La lucha contra el "comunismo" y la "Ayuda" al Desarrollo

Las organizaciones sociales y sindicales ocupan las calles en demanda a solucionar los agobiantes problemas de vida. En 1960 las manifestaciones estudiantiles son ametralladas y las capturas y encarcelamientos van en aumento.

La Universidad Nacional fue allanada y su rector Napoleón Rodríguez Ruiz encarcelado. Los empleados públicos, sospechosos de confabular en contra del régimen fueron destituidos.
El 26 de octubre de 1960 Lemus pierde el poder en manos de un movimiento cívico militar pero tras tres meses de haberse instaurado la Junta de Gobierno, que legalizó las organizaciones políticas y sociales, el 25 de enero de 1962, la Junta es depuesta y sustituida por un Directorio Cívico Militar (enero 1961 a las elecciones del 1o. de junio de 1962).
El triunfo de la revolución cubana despertó arrojo y la actividad se intensificó. En cambio, a los grupos de poder, un país socialista con tantas similitudes y tan cerca les generó pavor. Para evitar que el país se infestara de comunistas, se puso en marcha la política de contrainsurgencia, no nada más en El Salvador sino en toda América Latina, al mando, apoyada y solventada con preocupación por el gobierno de los Estados Unidos.
En marzo de 1963 los seis Jefes de Estado y el presidente norteamericano John F. Kennedy conferenciaron en Costa Rica para ponerse de acuerdo. El fin era coordinar en la región aparatos de seguridad para combatir el comunismo en América Central.28 Este programa contra la subversión fue financiada por el Departamento de Estado de los EEUU, de los Green Barrets, de la CIA y de la Agencia Interamericana para el Desarrollo, AID.
La oferta del norte a los Jefes de Estado fue hacer instituciones de seguridad ofreciendo su apoyo en la instrucción profesional. Los miembros fueron formados en escuelas militares norteamericanas o en Panamá integrándolos más tarde a las estructuras de los aparatos de control. Se crearon instituciones de "seguridad militar" y de servicios secretos como la Organización Democrática Nacionalista (ORDEN), organización paramilitar y la Agencia Nacional de Seguridad Salvadoreña (ANSESAL), servicio secreto que mantenía estrecha comunicación con el resto de las paramilitares de Centroamérica; ambas dirigidas por el general Alberto Medrano.
De las anteriores se originaron otras más de nombre "escuadrones de la muerte".ORDEN empieza su labor anticomunista. En principio afilió campesinos, a quienes se les recompensaba con ofertas de trabajo y seguridad personal, pero en la medida en que van adquiriendo conciencia revolucionaria se dividen y algunos se van convirtiendo en los miembros del ejército y los aparatos de seguridad "encargados de las acciones de limpieza". ORDEN tenía en cada comunidad espías que controlaban todos los movimientos de la población, pero al tiempo que los cuerpos de control se fueron profesionalizando, el movimiento popular también se fortalecía, surgiendo en la década de los 70 los primeros grupos guerrilleros.




Como parte del proyecto expansionista norteamericano se preparó un programa de impulso económico para contribuir al crecimiento de los países latinoamericanos. La "Alianza para el Progreso" permitiría sacar del "atraso" a los países latinoamericanos, pero para ello era necesario realizar reformas en el campo, prestaciones a los trabajadores, como eran gozar de un día de asueto, brindar una dieta alimenticia en especie o en efectivo y obtener rebajas de los alquileres donde vivían llamados "mesones", etc.
La "ayuda" norteamericana vendría a sacar de la ruina al país en que la oligarquía lo había dejado. Estados Unidos y el ejército cumplirían esta finalidad siempre y cuando se normalizara la situación política y se formara un gobierno constitucional.
El Directorio Cívico Militar dejó de tener vigencia y el 1o. de junio de 1962 y el coronel Julio Alberto Rivera se convirtió en presidente constitucional por parte del nuevo partido oficial: el Partido de Conciliación Nacional (PCN).

Fraude electoral y radicalización de la resistencia

La consolidación de la hegemonía y política de los militares y de la oligarquía y la aparición de organizaciones político-militares y los frentes revolucionarios de masas son dos aspectos que marcan la década del setenta.

En las elecciones de 1972 el Partido Demócrata Cristiano (PDC), el Movimiento Nacional Revolucionario (MNR), la Unión Democrática Nacional (UND) y el Partido Acción Renovadora (PAR) se alían y forman la importante alianza Unión Nacional Opositora (UNO) para contrarrestar el poder al partido oficial,. Una de sus exigencias era realizar una reforma agraria y restaurar las libertades políticas. El candidato de la UNO era el ingeniero Napoleón Duarte, representante del PDC y como vicepresidente Guillermo Manuel Ungo, por parte del MNR.
Una vez más se ponían en evidencia la posibilidad de realizar elecciones limpias en el país. Aunque las cifras de la votación evidenciaban el triunfo de la UNO, los datos oficiales, hicieron triunfador al candidato del partido oficial al coronel Arturo Molina. Como protesta al fraude más de 400 mil personas se concentraron durante cuatro días en la Plaza de la Libertad para exigir la anulación de las elecciones; se convocó a una huelga general y el 25 de marzo de 1972 un grupo de jóvenes oficiales intentaron una acción golpista. Se decretó estado de sitio y durante el mes y medio que estuvo en vigencia fueron asesinadas 25 personas diariamente.
Los espacios legales de la lucha se fueron cerrando y los dirigentes de la oposición fueron perseguidos. El enfoque social que la Universidad de El Salvador había efectuado a los programas de algunas carreras era considerado como un serio peligro. Para cancelar el espacio político del ámbito universitario y dar fin a los programas de extensión académica dirigida a campesinos, obreros y zonas marginadas, las fuerzas armadas la intervinieron el 19 de julio. Por haberse convertido en "nidos de comunistas" es clausurada. En el allanamiento fueron capturadas 800 personas entre ellas el rector y el director de la Facultad de Medicina quienes fueron expulsados del país. Para frenar la radicalización, a la Asociación General de Estudiantes Universitarios (AGEUS) se le despojó de su personería jurídica y se creó la policía universitaria.






Los estatutos a la Ley Orgánica de la Universidad se modificaron y se redujo la población estudiantil. En noviembre de 1976 fue cerrada nuevamente por el lapso de seis meses suprimiéndole la autonomía.
A raíz de la masacre de la Plaza de la Libertad (20 de febrero de 1977) surgen las Ligas Populares 28 de Febrero (LP-28) integradas por simpatizantes de la Democracia Cristiana, agrupaciones de las Ligas Populares Campesinas (LPC), Ligas Populares Obreras (LPO) y por los Comités de Barrios y Colonias.

El fraude electoral y el cierre de los espacios políticos ejercidos a través de la violencia puso en claro que las elecciones no eran la vía para acceder al poder y desde ahí realizar transformaciones estructurales de la sociedad salvadoreña.37 Para las elecciones de 1977 se intensifica aún más la represión y se cierra de cualquier espacio relacionado con la política.


Proyecto de Transformación Nacional y Fraude electoral

Perteneciente al grupo a favor de la diversificación y modernización de la estructura productiva, el coronel Molina, durante su periodo de gobierno (19721977) efectúa la "Transformación Nacional". Las metas económicas estaban encaminadas a aumentar la productividad y elevar la competencia de los productos salvadoreños fuera del área centroamericana, expandir el mercado interno y disminuir el desempleo.38 El impulso del crecimiento económico del Estado pretendía también buscar que el capital extranjero regresara nuevamente al país. La difícil situación se reflejaba en la deuda pública externa, la que pasó de 63.7 millones de colones en 1960 a 243 millones en 1971.
Como parte del proyecto de Transformación Nacional el grupo militar en el poder veía la necesidad de modificar la estructura de la propiedad de la tierra para asegurar su permanencia. Este fue el punto de fricción más álgido entre el grupo militar y la oligarquía exportadora quien no estaba de acuerdo en introducir modificaciones con las que pudiera salir perjudicada. Para defender sus intereses organizan el Frente Agropecuario de la Región Oriental (FARO) y más tarde la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP) que actuó contra el proyecto de reforma agraria.

Este grupo hacía su trabajo independiente del gobierno y cuando estuvo más sólido fundó la paramilitar "Unión Guerrera Blanca"40 conocida por ser un "escuadrón de la muerte".
Seguridad y desarrollo eran conceptos de Molina por lo que la institución militar fue ocupando cargos públicos claves: los Ministerios de Defensa y Trabajo, la Dirección de la administración Nacional de Telecomunicaciones, la Secretaría Privada de la Presidencia y el Instituto Salvadoreño de Transformación Agraria.


El sector más conservador salió triunfante y la Ley de Transformación Agraria conocida como ley del ISTA fue derogada. Con la cancelación de la reforma la corriente modernizadora se debilita y los opositores en el gobierno oficial (PNC) y del grupo militar ganan hegemonía. El ex-ministro de defensa, general Carlos Humberto Romero es propuesto candidato a la presidencia en las elecciones de 1976.

Para repudiar el nuevo fraude, la Plaza la Libertad es ocupada por las multitudes y por la UNO. Las protesta de entre 40 mil y 60 mil personas43 fueron silenciadas por la masacre de las tropas del ejército. Del 1o. de marzo al 30 de junio de 1977 el país vive en estado de sitio.




Con la Ley de defensa y garantía del orden público cualquier signo de organización era automáticamente condenado como acto en contra del orden público. La arbitrariedad, la paralización por de las nuevas restricciones y las medidas decretadas impedían cualquier tipo de actividad y la vida de cualquier persona que cayera en manos de los cuerpos de seguridad estaba en peligro.
El descontento es callado por la persecución y desaparición "selectiva" de líderes. Con el fin de reducirle el espacio a la oposición se modifica el artículo 151 del Código Penal y el crimen político es visto como delito común.44 Los cambios al Código Procesal simplificaron los procedimientos para efectuar detenciones ampliando el espectro de circunstancias en las que se podía allanar sin orden judicial.

Represión y desbordamiento popular

Como forma de reconstruir su legitimidad, ganar representatividad de su gobierno y cambiar la imagen de degradación ante el gobierno norteamericano, el general Romero hizo un llamado a la unidad nacional, levantó el estado de sitio e invitó a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos a visitar el país para que comprobara que en El Salvador no se violaban los derechos humanos.
Sin embargo, el Estado no fue capaz de negociar y mediatizar conflictos suscitados dentro y fuera del gobierno. La falta de táctica de negociación entre la burguesía y la mayoría llevó al Estado a enfrentarse a la oposición ilegal, que iba adquiriendo una progresiva habilidad organizadora. La falta de disponibilidad del Estado para favorecer a las masas aumentaron el descontento y las posiciones se fueron radicalizando.

En 1976 los paros y las huelgas proliferan. A raíz de las huelgas que impulsan la Federación Nacional de Sindicatos de Trabajadores Salvadoreños (FENASTRAS), la Federación de Sindicatos de Trabajadores de la Industria de Alimento, Vestido, Textil, Similares y Conexos de El Salvador (FESTIAVTSCES), la Federación Unitaria Sindical Salvadoreña (FUSS), se conforma la Confederación Unitaria de Trabajadores de El Salvador (CUTS).

Además de exigir mejoras salariales, los frentes protestaban contra la represión y exigían la liberación de presos políticos. La Federación Cristiana de Campesinos Salvadoreños (FECCAS) y la Unión de Trabajadores del Campo (UTC) encabezaron en abril de 1977 la toma de tierras en algunas haciendas. Los obreros, por su parte, estallaron 18 huelgas, 11 de las cuales tuvieron lugar entre agosto y noviembre. De diciembre de 1977 a febrero de 1979 se registraron 40 huelgas.

Para neutralizar el poder de convocatoria de los gremios se modifican los Códigos Penal y Procesal Penal. Con la introducción de la Ley de Defensa y Garantía del Orden Público promulgada el 24 de diciembre, cualquier acto público o de difusión de ideas contrarias al régimen se convertía en delito. Las nuevas leyes facilitaban a las fuerzas represivas hacer detenciones y allanamientos sin orden judicial y de legalizar la represión. La persecución no se limitó a los miembros de organizaciones populares, también miembros de la Iglesia católica y líderes fueron víctimas. Capturas y supuestas "desapariciones" fueron las actividades principales de las fuerzas represivas. En las cárceles clandestinas estuvieron muchas personas de donde casi nadie salió con vida.







Para contrarrestar la represión, en junio de 1978 surge la primera comisión salvadoreña de Derechos Humanos no gubernamental. A lo largo de este periodo se forma el Socorro Jurídico Cristiano de El Salvador "Arzobispo Oscar Romero", el Comité de Madres y Familias de Presos y Desaparecidos Políticos, el Comité de Derechos Humanos de El Salvador (CDHES), la Oficina de Tutela Legal del Arzobispado y el Instituto de Derechos Humanos de la Universidad Centroamericana "José Simeón Cañas".
Las medidas cada vez más arbitrarias y restrictivas del gobierno no debilitaron la combatividad de protesta, por lo contrario, la desobediencia civil y la ruptura del orden público estallan. Continuaron tomando como rehenes a propietarios de empresas, capturaron y secuestraron a altos funcionarios, a oligarcas cafetaleros y a empresarios e industriales tanto nacionales como extranjeros para negociarlos con los miembros de sus organizaciones que habían caído en manos del ejército.50 También ocuparon locales de trabajos e iglesias. Para exigir la liberación de sus presos y protestar contra la violación de los derechos humanos tomaron las embajadas de Costa Rica, Panamá, Suiza, México y las oficinas de la Organización de las Naciones Unidad (ONU) y la Organización de Estados Americanos (OEA).

La erosión del Estado se puso en evidencia cuando la oposición, en lugar de acudir al llamado del gobierno para formar el Foro Nacional, convocó a la formación de un Foro Popular. Partidos políticos como la UDN, el MNR y el PDC entre otros organismos populares y sindicales como FENASTRAS, FUSS, FESTIAVTSCES, la CTS, las LP-28 formaron el Foro Popular. La plataforma política de dicho Foro era el cese a la represión, la disolución de ORDEN y UGB, libertad de organización y de expresión, etc.
Con la agitación y ante el entusiasmo del triunfo de la revolución sandinista se aceleró la movilización y el número de desaparecidos siguió creciendo. Tres tendencias de las fuerzas armadas se van radicalizando ante la crisis del gobierno. La corriente conservadora rechazaba cualquier tipo de reforma y exigía la intensificación de la represión para eliminar toda oposición.
La segunda corriente estaba integrada por oficiales formados en Estados Unidos, defensores voluntarios de la doctrina de la seguridad nacional. Esta corriente quería imponer control de forma vertical por la corporación militar y compartía ejercitar la violencia para acabar con los movimientos reivindicativos independientes y con las agrupaciones populares ilegales.
La tercera era la llamada de los "militares democráticos" integrada por algunos miembros que participaron en el golpe de estado de 1972. Este grupo estaba en desacuerdo con los métodos de la jerarquía militar y apoyaba las posibles reformas.


La decadencia del presidente, la anarquía ingobernable y el descontento de los grupos del poder, un golpe militar preparado por la llamada Juventud Militar, depuso de su cargo al general Romero el 15 de octubre. El país se vuelve ingobernable y en cinco meses se sucedieron tres juntas de gobierno, las cuales no contaron con el apoyo de las organizaciones de masas.







Del golpe militar a la guerra civil
La Junta Revolucionaria de Gobierno estuvo integrada por representantes de las diferentes corrientes. Por parte de la oposición legal precedían la Junta los civiles, Guillermo Ungo, presidente del Movimiento Nacional Revolucionario (MNR) y el rector de la Universidad Católica Centroamericana "Simeón Cañas" (UCA) Román Mayorga; el representante del sector empresarial fue el ingeniero Mario Andino. Por parte del ejército fueron designados dos militares. El coronel Abdul Gutiérrez quien se pronunciaba a efectuar reformas controladas por el aparato militar y reprimir el movimiento popular para preservar el orden. El otro militar fue el coronel Arnoldo Majano, exponente de la Juventud Militar, representaba la corriente democrática.
La coexistencia de posiciones políticas divergentes y la fuerza desigual entre éstas generó una lucha interna que impidió cumplir con los lineamientos del programa de la Junta de Gobierno como eran: el cese a la violencia y a la corrupción, disolución de ORDEN, la garantía del respeto a los derechos humanos, realización de elecciones libres a corto plazo, apertura a partidos de diversas ideologías, amnistía general para exiliados y presos políticos, derecho de sindicalización para todos los sectores laborales y la transformación de la reforma agraria.

La Junta de Gobierno no contaba ni con el respaldo de los movimientos populares ni con el de los partidos incorporados al gobierno. Las organizaciones políticomilitares por su parte desconocieron al nuevo gobierno. Tampoco la represión ejercida por mano de una fracción militar y de los cuerpos de seguridad pudo ser controlada por la Junta.

Los sectores populares emprenden acciones de presión y el orden público es incontrolable. Los militantes del BPR ocupan los Ministerios de Trabajo y Economía reteniendo a 300 funcionarios, empleados y miembros de la Asociación de
Beneficiadores de Café (ABECAFE); el Sindicato de la Industria del Café dirige la ocupación de seis beneficios de café y miembros del Comité de Madres y Reos Desaparecidos Políticos se ponen en huelga de hambre.57 Las organizaciones continuaron sus acciones armadas: ajusticiamiento de miembros de ORDEN, secuestros de hombres importantes del país o extranjeros, estallidos a instalaciones públicas, tomas de radiodifusoras, etc.58 La Coordinadora Revolucionaria de Masas CRM convoca a huelgas paralizando el 70% de la actividad productiva. El ejército asesina a 138 obreros, captura a dirigentes de la UDN y de la CRM y a líderes de las LP-28 y se viola la autonomía del recinto universitario de la UCA en donde se masacra a la comunidad estudiantil.

Las organizaciones sociales estaban convencidas de que el golpe de Estado era un engaño y que había sido preparado y negociado entre las fuerzas armadas que anteriormente apoyaban la criminal política represiva del general Romero.
Las posiciones contrarias de la Junta llevó a la renuncia de miembros civiles el 2 de enero de 1980. La fracción reaccionaria de la Junta fue ganando terreno y el 3 de marzo de 1980 Napoleón Duarte es asignado parte de esta. "Rápido vino el pacto por separado entre Napoleón Duarte y los fascistas".El mismo día en que la Junta emitía la Ley de Reforma Agraria se instauró el estado de sitio militarizando los poblados de mayor influencia de izquierda. El PDC perdió toda su legitimidad y credibilidad y fue aislado políticamente. Tanto la derecha como la izquierda lo consideraban como su enemigo principal y como tal lo combatieron.





Los sectores más conservadores de la burguesía y del ejército recrudecieron sus acciones contra los miembros de agrupaciones populares independientes. Entre enero y marzo de 1980 las fuerzas de seguridad y las paramilitares habían asesinado a 600 personas, sumando 5 500 de víctimas en septiembre de ese mismo año. El procurador general Mario Zamora, miembro de la dirección demócrata-cristiana, es asesinado en marzo de 1980 por miembros de las paramilitares.


El arzobispo Oscar Romero recibe frecuentes amenazas de muerte y el 21 de marzo de 1980 es asesinado en medio de la celebración de una misa ante la presencia de cientos de feligreses. "Llegó a asumir posiciones definidas muy drásticas en contra de la intervención norteamericana, de los militares, del gobierno de Romero y se transformó en un verdadero líder, en un símbolo de resistencia, de lucha por la justicia social, por los cambios estructurales en el país".64 Monseñor Romero "no sólo aprueba el derecho de la gente para organizarse sino que además habla de que las organizaciones pueden llegar a ser la única alternativa política, rechaza también todo género de intervención y habla de la posibilidad de la insurrección ya que se han agotado otros medios. Aquí mismo lo sorprendió el martirio".65 Las personas que asistieron a las ceremonias fúnebres fueron también reprimidas, dejando un saldo de 50 muertos y 600 heridos.
Las organizaciones populares, FAPU, UDN y las LP-28 esquematizaron sus posturas forman la Coordinadora Revolucionaria de Masas (CRM). El 22 de enero la CRM realizó una manifestación en San Salvador con la asistencia de 100 mil personas y ocuparon 300 iglesias.
Paralelamente al crecimiento y consolidación de las organizaciones sociales se fortalecen las organizaciones político militar. Estos movimientos armados, cada uno con tendencias diferentes, tenían como meta toma el poder, en combinación con las luchas gremiales y la lucha revolucionaria. Así da comienzo el reclutamiento de sus cuadros guerrilleros.68
El debate de las organizaciones político-militar se inclinaban cada vez más a implementar la lucha armada. Con una concepción "foquista" surge en 1962 el Frente Unido de Acción Revolucionaria (FUAR). Su estrategia se basaba en desarrollar de forma paralela la lucha armada y de masas. A partir de las huelgas impulsadas por el sector integralista, se suscitaron conflictos entre los "foquistas", que asumieron una posición "sindicalista" y durante la guerra contra Honduras apoyaron al gobierno. Este hecho provocó la escisión de sus miembros y un grupo de obreros conforman en 1970 las Fuerzas Populares de Liberación Farabundo Martí (FPL). Esta es la primera organización guerrillera siendo su fundador Cayetano Carpio.
En 1971 con elementos cristianos de la pequeña burguesía surge el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), el cual, a raíz del asesinato del poeta Roque Dalton se dividirá entre 1973-74 dando origen al Ejército de la Resistencia Nacional (RN).69 El Partido Revolucionario de los Trabajadores Centroamericanos (PRTC) se crea en 1976 mayoritariamente con militantes del ERP. Juntos con el Partido Comunista salvadoreño, fundado en 1929, adopta en 1979 la vía por la lucha armada, se articula en el mes de octubre de 1980 el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).



La representación de la izquierda iba ganando terreno incluso en los sectores opositores intermedios. La efervescencia y el desbordamiento sociales llevaron a las fuerzas político-militares (que hasta ese entonces habían actuado de forma autónoma), a preparar una insurrección común. El 10 de enero de 1981 la convocan a la insurrección encaminada a la "victoria final".
El plan de la ofensiva del 81 tenía tres componentes: insurrección de las masas y huelga general; ataque a los principales cuarteles por parte del ejército insurreccional formado por los núcleos de la guerrilla urbana, suburbana, rural y milicia, y apoyo a la insurrección de militantes progresistas sublevados.
Aunque la huelga general y la insurrección convocadas por el FMLN y el Frente Democrático Revolucionario (FDR) no lograron su objetivo, se tomaron temporalmente varias capitales departamentales, ciudades y cuarteles del ejército y de la guardia nacional. Así mismo la Declaración Franco-Mexicana reconoce al FMLN como fuerza beligerante; el Movimiento de los Países no alineados hacen una declaración condenando cualquier intervención de fuerzas extranjeras en el país.

El gobierno de Estados Unidos se involucra en el asesoramiento y dirección del ejército salvadoreño y aumenta el apoyo económico y militar a la Democracia Cristina, implementando la estrategia de “guerra de baja intensidad”.
Las “retaguardias” del FMLN se reafirman y la lucha armada se desata con mayor intensidad en el área rural. Las condiciones entre ambos ejércitos eran muy diferentes: mientras el FMLN contaba con 3500 guerrilleros armados, las fuerzas armadas salvadoreñas contaban con 17 mil efectivos, de los cuales 7 mil eran de las fuerzas paramilitares.

El gobierno tenía la certeza de poder derrotar al ejército guerrillero en pocos meses. Sin embargo tuvieron que pasar doce años de violencia para que el conflicto armado pudiera concluir el 1o. de enero de 1992 al firmarse los Acuerdos de Paz entre el FMLN y el gobierno salvadoreño.










Antropología aplicada y trabajo social

Antropología aplicada y trabajo social
Compilo: MsD. Walter Alfaro

Introducción

Como es evidente, estos dos objetivos están relacionados entre sí. Con respecto a ese primer objetivo, quiero manifestar en estas páginas que el tema de la aplicabilidad de la Antropología que pretendo abordar es de gran actualidad dentro del panorama antropológico español, no así en otras tradiciones antropológicas, como la americana y la anglosajona, en donde la intervención de los antropólogos en proyectos de desarrollo en el Tercer Mundo y una presencia mayor de minorías étnicas en sus estados, propició hace ya muchos años incluso la existencia de una Asociación de Antropología Aplicada como en el caso de Norteamérica. Pienso que cada vez más los antropólogos están saliendo del encapsulamiento que supone la urna de cristal universitaria, y demuestran una mayor orientación aplicada y por otro lado, el desarrollo de políticas sociales ante una problemática novedosa, como en el caso de los inmigrantes extranjeros, ha facilitado el asesoramiento profesional de los antropólogos.

Antropología aplicada

¿Cuándo se puede empezar a decir que la Antropología es aplicada? Algunos autores sitúan el origen en el mismo nacimiento de la Antropología, que relacionan con el descubrimiento de América:

El descubrimiento de América en 1492 constituyó un hito importante en todos los órdenes: económico, político, social y religioso. Pero fundamentalmente se puso de manifiesto la existencia de una humanidad distinta a la europea. Se descubre que hay otros seres humanos con costumbres y formas de vida muy diferentes. El encuentro o enfrentamiento de dos visiones distintas del mundo supuso el nacimiento de los primeros interrogantes antropológicos. Muy pronto aparecen algunas personas que intentan responder a esos interrogantes que se plantean, tal es el caso de Bartolomé de las Casas o de Bernardino de Sahagún. Estos ini cian el conocimiento de los “otros” con la intención de mejorar el sistema de gobierno de los indios. Podemos, por tanto, decir que aquí comienza la antropología aplicada. Como señalaba LéviStrauss, la antropología llegó a ser práctica incluso antes de haber alcanzado el nivel de los estudios teóricos. aunque en algunos momentos se ha hecho una visión dualista de la antropología, en el sentido que se hablaba de una antropología académica o teórica por una parte, y de una antropología aplicada por otra. Hoy ambas antropologías van íntimamente unidas, ya que en caso contrario, como señala Pío Navarro, la antropología quedaría descalificada de todo interés humano y posible consideración científica.
(Malagón Bernal, 1993)

La relación de toda ciencia con su aplicabilidad también la manifiesta Bastide (1977) cuando define la Antropología Aplicada actual como una ciencia teórica y práctica a la vez, ya que permite al mismo tiempo modificar el mundo y al transformarlo, conocerlo. Como ciencia teórica de la práctica se sitúa en el mismo postulado marxista de la relación dialéctica entre teoría y praxis, entre el pensamiento y la acción; aunque Bastide no distingue si el objeto de estudio es distinto de la Antropología Social. Palenzuela (1993) apunta que la interrelación dialéctica entre teoría y praxis es un principio básico de elaboración científica cuya aplicabilidad no es un factor diferenciador de una u otra rama del conocimiento antropológico. Si así fuera, la Antropología quedaría reducida a un ejercicio meramente especulativo y filosófico, en el sentido más romo de estos términos. Tal vez el intento de dignificar y conferir a la Antropología su capacidad transformadora del ser humano y su entorno, en el que se empeña Bastide, hay que situarla en un contexto preciso. La vinculación de los antropólogos del XIX y hasta la Segunda Guerra Mundial, sobretodo los ingleses, con los gobiernos coloniales bien como asesores e incluso a veces como administradores en programas de gestión colonial, políticas de desarrollo y en conocimiento y prevención de conflictividad social y movimientos revolucionarios no ha sido vista en esta última mitad de siglo actual precisamente como una contribución positiva al desarrollo de otros pueblos y culturas, mas bien todo lo contrario. Esa antropología aplicada de referencia colonialista, vinculada al poder establecido y a la perpetuación de un sistema de dominación sociopolítica, ponen en duda la neutralidad política y teórica del antropólogo.
La información sobre pautas de conducta, organización social, sistemas simbólicos, etc. que los antropólogos eran capaces de conocer a través del trabajo de campo, eran utilizados en beneficio de los colonizadores, con el fin de facilitar y perpetuar su dominio en las posesiones de Ultramar. La Antropología que quiere sacudirse ese lastre, sufre durante la década de los años treinta una crisis y según palabras de Menéndez (1991) se estructura una antropología para la acción, a la que se dará el epíteto de aplicada y cuyo desarrollo inicial implicaba el uso de criterios similares a los que se pusieron en marcha en lo que se denominó investigación-acción. En este lapso de tiempo la disciplina antropológica anticipa parte de los problemas y explicaciones que se desarrollarán en las décadas siguientes.
El cambio de posicionamiento ético motivado por esta vergüenza pasada ha posibilitado el cambio radical, y no sólo en cuanto a la desigual relación con él, sino incluso a los nuevos campos de estudio que se brindan como posibilidades investigadoras. Comienza a reconocerse que hay otros campos de estudio y de interés y que el nuevo objeto de trabajo son los colectivos pertenecientes a sociedades complejas. Los cambios socioculturales acaecidos en todas las culturas del mundo, los procesos de aculturación que se aceleran vertiginosamente en las llamadas sociedades primitivas, desaparecidas como entidades semi independientes, absorbidas en el transcurso de la descolonización por los nuevos Estados, cuyas fronteras político económicas nada tienen que ver con los límites étnicos tradicionales, han propiciado una intervención directa de los antropólogos. Bien en programas de desarrollo comunitario orientados al progreso y bienestar, contemplados desde la perspectiva de los afectados; bien en la dimensión cultural de la salud y la enfermedad; o bien en programas educativos y estudios sobre la educación formal, por citar algunos ejemplos.
Aunque el debate todavía está abierto, y la diferenciación teoría versus práctica configura una producción teórica importante, estoy de acuerdo con Palenzuela cuando dice que aunque participemos con Bastide de implicar a los antropólogos en las acciones de intervención social en tanto que expertos en el análisis de lo que él llama cultura oculta (cover Culture), tan frecuentemente olvidada en los programas de desarrollo basados en el análisis de la cultura explícita , no podemos compartir su intento de categorizar esta aplicación del conocimiento antropológico como una ciencia teórica de la práctica. Esa distinción resulta tal vez intencionada y artificiosa, y no se fundamenta en una real divergencia teórica metodológica. Distingue que tal vez no se pueda hablar de Antropología aplicada y sí de antropólogo aplicado, proponiendo que cada vez más los antropólogos deben implicarse y aplicarse en proyectos concretos y salir de la torre de marfil académica y distante.
¿Qué aporta la Antropología Aplicada? ¿Qué aporta en definitiva la Antropología General? ¿Cuál es la misión personal institucional de los antropólogos que optan por esta orientación?

Citamos otra vez a Palenzuela que sintetiza la clasificación que hace de la siguiente manera:
Hacer investigación antropológica, pero manteniendo el interés por lo que se pueda hacer con sus resultados.
Investigar los resultados de la política social y participar en el debate que en la sociedad pueda producirse.
Investigar sobre las distintas alternativas de intervención social y ofrecer los resultados tanto a los agentes políticos como a los usuarios, pero no participar en su puesta en práctica.
Investigar sobre la antropología del desarrollo, es decir, sobre la práctica y el discurso de los modelos de desarrollo.
Actuar como mediador (cultural), portavoz, defensor o experto de los grupos sociales en sus relaciones con las instituciones.
Hacer antropología acción que significa la implicación directa del antropólogo en la puesta en práctica de sus conclusiones con el objetivo de liberación/emancipación de los sujetos de estudio.
Hacer, como último nivel de compromiso, lo que se conoce como antropología revolucionaria o antropología de la liberación.

En cierta medida estamos de acuerdo en gran parte de los planteamientos expuestos en los siete puntos resumen que propugna. Queremos apuntar, no obstante, que es muy probable que sobretodo alguno de ellos, los dos últimos en concreto, puedan suscitar, por su carga de compromiso personal, un cierto rechazo incluso ideológico. Me planteo si hay alguna otra ciencia social que reflexione y se posicione éticamente con su objeto de estudio como lo ha hecho la antropología en los últimos años. Este debate ético-moral está candente en todo programa de intervención social, pero ese hostigamiento algunos autores no consideran que deba ser consustancial con la labor de investigación antropológica; es más, incluso es no deseable, pues toda tarea interpretativa comprensiva debe ejercerse sin la presión subjetiva que supone el no control de los resultados alcanzados. La pregunta sería: ¿debe el antropólogo, en definitiva, erigirse como defensor de sus sujetos de estudio? ¿Es factible una antropología revolucionaria? Las posibles respuestas creo que van a ir condicionadas por la propia percepción que el antropólogo, como individuo social, proyecte sobre su práctica profesional . No obstante, puede constituir y de hecho constituye en determinados ámbitos académicos e institucionales, un debate no exento de apasionamiento personal. Si sirve de algo nuestra visión intersubjetiva aclaro que si bien confiero a la antropología un valor más allá del mero conocimiento puro de fenómenos intra e interculturales, no me creo capaz de afirmar que tengamos alguna capacidad supra humana de cambiar las condiciones en las que viven los seres humanos, como dice Caro Baroja, nada más amenazador para la humanidad que el que un sector de ella se crea en posesión de la verdad “científica ” y que la combine con unos cuantos deseos elementales. Aún así, sigo planteando la virtualidad antropológica y su énfasis en parcelas concretas del saber humano, como se aclara a continuación.
La antropología social se ha caracterizado, en términos comparativos, por haber sido la única en sostener la pertinencia metodológica de un enfoque holístico; por una particular preocupación por las descripciones y análisis de tipo cualitativo; por utilizar más que ninguna otra disciplina socio histórica una aproximación personalizada con estancia larga en campo por parte del investigador ; por enfatizar que el analista debe ser el mismo que obtiene la información en forma directa; por haber sostenido la importancia y frecuentemente la mayor relevancia de la dimensión ideológico cultural; por haber considerado la pertinencia metodológica de trabajar con unidades micro en el entendimiento de lo que las mismas expresan al nivel macro; etcétera (Menéndez, 1991)
El colectivo de antropólogos y antropólogas manifiestan:
Los nuevos cambios de interés y de objetos de estudio han propiciado que los antropólogos dirijan la mirada a otros campos de estudio ocupados tradicionalmente por los sociólogos. La aportación que hace la antropología al estudio de comunidades campesinas o rurales de todo el mundo; estudios de barrios, bandas juveniles, redes sociales, problemas de adaptación y ajuste al medio urbano industrial; los problemas derivados de las migraciones y sus repercusiones socio culturales; los estudios sobre instituciones como hospitales, escuelas, fábricas. La perspectiva comparada y globalizante de la Antropología permite arrojar luz sobre problemas sociales acuciantes como la mendicidad, el alcoholismo o la infravivienda; sobre desarrollos socioculturales opacos como la xenofobia o como los cultos de revitalización; y sobre cuestiones centrales de alcance general como el nacionalismo, la marginación, las relaciones entre géneros y la interculturalidad. Como consecuencia de esta ampliación de los ámbitos de reflexión de la Antropología se está produciendo una aproximación a objetos tradicionales de estudio, como las relaciones y grupos de parentesco y las instituciones económicas, y un análisis intensivo de objetos de estudio relativamente nuevos, lo que provoca una viva reflexión crítica sobre el corpus teórico de la Antropología que resulta hoy enriquecedora para el conjunto de las Ciencias Sociales.
Este intento por legitimar esta ciencia, haciéndola diferenciada del conjunto de las ciencias sociales, ha estado en el ánimo de sus impulsores decimonónicos, pero es verdad que la mayoría de las cuestiones técnico metodológicas no pueden diferenciarla hoy en día de la sociología, la psicología social, la psiquiatría social e incluso de la historia social. Es decir, que pese a la dificultad o imposibilidad de establecer criterios epistemológicos que avalen su diferenciación, la antropología existe como institución y/o profesión según señala Menéndez, (1991) y además lo que importa destacar son los énfasis diferenciales que no se sabe hasta cuándo van a seguir siendo útiles en un futuro. Este mismo antropólogo cifra en tres características fuertes la identidad diferencial:

a. La aproximación diferenciada a los problemas y sujetos de investigación basada en una comparativamente larga y permanente relación en el campo del otro.
b. La negación a aceptar una división entre el investigador que obtiene información y el que la analiza (o interpreta). Es decir, negar la legitimidad de la antigua escisión etnógrafo etnólogo o en versión sociológica entre encuestador y sociólogo.
c. El desarrollo de investigaciones sobre sujetos que constituyen otros culturales.

De estas tres son más coherentemente reconocidas las dos primeras; la tercera constituye parte del inconsciente cultural de la antropología de los paises centrales y sigue estando presente en el nivel profundo del discurso dominante en dicha antropología, incluso en las aproximaciones críticas.
Pero antes de proseguir, me voy a permitir insistir, aunque sea ya reiterativa en la exposición, ahondando en el camino teórico de la Antropología Aplicada. Harris (1981) afirma que el núcleo de la antropología aplicada consiste en investigaciones encargadas por organizaciones públicas o privadas con la esperanza de conseguir fines prácticos que le interesan. la marca distintiva de la antropología aplicada es la intervención en investigaciones destinadas a conseguir un resultado práctico particular. Según se puede observar, la relación binaria entre práctico contractual aparecen en el planteamiento de Harris como indisolubles y casi por definición, separada de la otra dimensión teórica de la antropología. No me cabe ninguna duda, una vez más, lo estéril que resulta disociar los dos ámbitos, y tal vez esa intencionalidad obedezcan más a razones de reforzamiento de la jerarquía y el estatus académico que encumbran al teórico sobre el práctico y que le hacen mantener su situación enviciada en la cúspide del sistema de estratificación antropológica. Para Foster (1974) la antropología aplicada es el nombre que habitualmente los antropólogos utilizan para describir sus actividades profesionales en programas que tienen como objetivos principales, antes que desarrollar una teoría social y cultural, lograr cambios del comportamiento humano que, se cree, mitigarán los problemas sociales, económicos y tecnológicos contemporáneos.


Antropología Social y Cultural y Trabajo Social: historia de desencuentros y encuentros

Valorando en su justa dimensión las propuestas anteriores, y percibiendo un gran grado de concordancia entre ellas y las que persigue el Trabajo Social, se pasa a exponer en qué medida la colaboración conjunta puede facilitar los objetivos perseguidos, tanto por los antropólogos como por los trabajadores sociales. Con ello se aborda el segundo objetivo de este apartado dentro de este artículo. Dada la obligada globalidad con la que debemos abordar nuestro análisis y que el trabajador social debe proveerse de conocimientos teóricos que orienten la práctica, no quiero proseguir sin volver a resaltar que no está en nuestras manos la verdad absoluta en la explicación e interpretación de los hechos sociales, ni mucho menos contamos con el mejor bagaje técnico-metodológico para abordarlos.
Si la interdisciplinariedad en el momento presente se erige como un fundamento epistemológico sustancial frente a la excesiva fragmentación que padecen las ciencias sociales, en el mundo académico del trabajo social se encuentra desequilibrada: el trabajo social se halla en una situación de manifiesta debilidad analítica y/o técnica, el resto de las ciencias sociales actúan, aparentemente, de nodrizas. No creo que deba servir la Antropología como mera comparsa en los trabajos llevados a cabo por los estudiantes de trabajo social, ni tiene que servir exclusivamente como introducción en un marco teórico de obligado cumplimiento en las Monografías que se presentan en la asignatura de Trabajo Social. Esta disociación entre teoría y práctica está presente incluso antes de que finalicen su formación universitaria.
Así manifiesta un trabajador social la necesidad de esta disciplina para la formación universitaria y profesional:
En esta perspectiva unitaria en la relación e interacción personamedio, el Trabajo Social precisa de los conocimientos que le aporta la Antropología. (Red Vega, 1993)
El primer aspecto que se quiere remarcar es que existe una grado de concordancia en el campo de estudio y su intervención. La Antropología no se distingue por su intervención social, pero sí que puede iluminar ésta a través del estudio concreto.

Resulta de gran interés leer el artículo de Dogan, M. y Pahre, R. (1989) donde postulan que el futuro de las Ciencias Sociales debe ir orientado cada vez más a la hibridación, después de ejemplificar cómo ésta, tanto desde el punto de vista teórico como metodológico y de campos de estudio, ha sido una constante desde la configuración de las CC.SS. como tales en el siglo XIX. Concluyen que si bien es difícil, la hibridación supone también un desafío para la validez científica de todas las ciencias sociales. Cada subcampo tiene que estar en condiciones de hacer frente a los descubrimientos y teorías de los otros subcampos si su tarea consiste en demostrar su utilidad Cada disciplina tiene que arriesgarse a las consecuencias de la hibridación, si se quiere alcanzar con garantías un futuro más sano.


También ayuda al conocimiento de las sociedades humanas, agrupamientos sociales e instituciones sociales básicas, como la familia y los grupos primarios; así como el análisis procesual de los cambios estructurales, comprendiendo la cultura como un todo interrelacionado y complejo. Da importancia a las relaciones sociales de parentesco, vecindad y paisanaje, que mediatizan transversalmente cualquier relación social.
Más directamente puede decirse que los resultados y las a portaciones que desde la Antropología Social se han dado sobre las condiciones y mediaciones de los grupos humanos en diferentes áreas (ecología, economía, familia, política y simbolismo) sirven para captar en profundidad las variables que de un modo directo inciden sobre la conducta y el pensamiento de las personas individualmente. El hecho de que el trabajador social deba intervenir sobre los Casos concretos, Grupos y Comunidad, en los que todas estas variables se hacen presentes, ayuda a descubrir la utilidad que los análisis realizados por los antropólogos sociales en torno a tales dimensiones pueden prestar al Trabajo Social. Con respecto a los servicios sociales comunitarios la Antropología facilita las propias bases teóricas del concepto mismo de comunidad y de la cultura que la caracteriza. Trabajar con una comunidad sin conocer científicamente creencias, moral, arte, costumbre o cualquier otro hábito adquirido por el hombre como miembro de una sociedad como definió Tylor la cultura en 1871 es sencillamente trabajar en el vacío, ya que sólo se conoce una parte y no todas las dimensiones del comportamiento colectivo en el que se va a incidir con la actuación profesional. La implicación de la comunidad en la resolución de conflictos sociales y en la intervención social primaria es fundamental, incluso para saber la consistencia de un tejido social, a través incluso de su nivel de asociacionismo formal e informal, que sea susceptible de proteger al individuo en caso de carencias y necesidades. Pero los antropólogos también han contribuido, en los últimos años, a cuestionar el mismo concepto homogeneizante de comunidad6 y a ver ésta, no como un conjunto de intereses y vidas, sino todo lo contrario, como la plasmación, a nivel micro, de las mismas relaciones dialécticas antagónicas que sufre el resto de la sociedad, en definitiva basadas en el conflicto, la competencia social y las relaciones de poder. Igualmente, Canals (1994) cuestiona la existencia misma de la comunidad:
Nuestro punto de partida es el convencimiento de que, en nuestras sociedades, la comunidad no existe aunque sí es imaginada. la definición y conceptualización de lo que debería entenderse por comunidad acaban siendo construcciones teóricas forzadas que, lejos de conducir a un acuerdo operativo, introducen nuevos elementos de confusión. La comunidad acaba siendo lo que cada autor quiere que sea. Me parece más interesante señalar el trasfondo ideológico que da fuerza a esas ideas y analizar su carácter de representaciones reificadas carentes de base empírica.
En cuanto a la animación sociocultural, que ha impulsado los ayuntamientos democráticos y donde los trabajadores sociales han encontrado una salida profesional dentro del cada día más mermado mercado de trabajo, la aportación de la Antropología al conocimiento de la cultura popular ha resultado de enorme utilidad. Los estudios sobre las matrices y distintas dimensiones identitarias y cómo los individuos se adscriben a ellas, es indudablemente una pieza fundamental en el ejercicio profesional directo. Desde otro punto de vista, para poder comprender e intervenir, el trabajador social necesita de un bagaje técnico instrumental que toma de las ciencias sociales. En este caso es patente que la Antropología Social ha desarrollado, de forma autónoma, un conjunto amplio de perspectivas y de métodos desde los cuales ha tratado de explicar la vida social de los distintos grupos humanos: el análisis comparativo sobre la diversidad de la conducta humana mediante el estudio intercultural de las relaciones y los procesos sociales en la más amplia gama posible de sociedades, con un enfoque totalizador; la pretensión nomotética con una práctica ideográfica que intenta descubrir, por una parte la universalidad y por otra, lo irreductible y no generalizable; el especial dominio de técnicas de trabajo de campo, con estancias prolongadas y haciendo uso de la observación participante conforman un conjunto técnico metodológico de enorme virtualidad para el Trabajo Social.


Según la distinción que establece Harris, M. (1981)


No sólo brinda la Antropología reflexión, explicación e interpretación de los hechos sociales, sino que posibilita un conjunto de estrategias y orientaciones útiles para la acción directa con grupos concretos.
Hay que apuntar también la aportación que ha llevado a cabo la Antropología como reflexión crítica sobre su objeto/sujeto de estudio. Se puede decir que es a través de la figura del otro donde encuentra la Antropología su propia identidad. Y a este alter, ya sea el perteneciente a otra cultura o a la propia, se van a destinar los máximos esfuerzos interpretativos. Esa diferencia, esa extranjeidad se ha enfrentado a la identidad, como espejo que devuelve la imagen contrapuesta de lo que nosotros no somos. Esa disyuntiva entre el ellos y el nosotros marcará la aproximación, incluso epistemológica, de esta ciencia. Pero es cierto que no siempre con la misma carga ideológica, pues ha visto en el discurrir de su evolución histórica, un cambio de perspectiva y consideración con respecto a su objeto de análisis .
En un principio, la descripción de las llamadas sociedades primitivas, salvajes, homogéneas o no complejas constituían su foco de interés, sin olvidar, como así ha sido valorado en un esfuerzo considerable de autocrítica, la enorme carga de eurocentrismo que impregnaba esa reflexión, categorizando a los miembros pertenecientes a otras culturas, por el hecho de ser distintos, como inferiores y ha contribuido a legitimar, en cierta medida, las acciones etnocidas de los colonizadores. Imbert (1993) resalta el papel etnoscópico de los antropólogos , es decir, en tanto que mirada y descubrimiento del otro.
Pero la Antropología, ya desde los años veinte de este siglo, ha dejado de interesarse de una manera exclusiva por el estudio de otras culturas, y ha vuelto su mirada hacia el estudio de su propia realidad cultural. Ha dejado de mirar afuera y dirige su atención a entender y analizar la diversidad y las transformaciones de la sociedad a la que pertenece; la enorme complejidad de las sociedades contemporáneas le hacen descubrir que hay muchos multiculturalismos, o muchas maneras de vivir y entender la diversidad y ésta está presente en su propio contexto social.
Después de la II Guerra Mundial, y aún antes, el cambio de perspectiva analítica, pero sobretodo de posicionamiento ético, dio un giro importante. Frente al etnocentrismo que caracterizaba muchas de las monografías anteriores se postuló el relativismo cultural, es decir, no sólo que hay que interpretar los hechos culturales con los patrones valorativos de las sociedades que los generan, sino también la no aplicación de la escala moral del que analiza unos hechos diferenciales que no encuentran paralelismo en esa cultura analizada. Este viejo relativismo, que caía tanto en la tolerancia paternalista como en propuestas aislacionistas, que definía la interacción étnica como potencialmente contaminante, fue defendido en un principio por los funcionalistas que no les permitía una verdadera aceptación de la diversidad, ya que el contacto es visto como potencialmente desintegrador, y por consiguiente, peligroso (Juliano,1991), se encuentra desde hace unos años en revisión. Junto a esta propuesta, que puede conducir a la justificación cultural de hechos discriminatorios y no aceptados por todos los miembros de una sociedad, se propone un relativismo que se puede definir como crítico, porque, a) bajo la premisa de aceptación de la pluralidad de manifestaciones culturales, no se debe obviar la denuncia de situaciones injustas y no aceptadas universalmente, y b) porque parte de la consideración que las culturas son eminentemente dinámicas, en constante redefinición. San Román (1984: 182) dice que no es una opción menos ética, menos científica el respeto por las personas que el respeto por las culturas: a mí pueden interesarme, apasionarme siempre los problemas culturales, pero no puedo plasmar ese interés en conservarlos contra la voluntad de quienes los han generado manifestando, en este posicionamiento personal, el papel que juega el antropólogo en el estudio de minorías étnicas y el potencial de cambio de las personas que las integran. La aportación va orientada en este sentido también su capacidad para colaborar en un cambio social, siempre decidido por la comunidad a la que el cambio afecta.
Esa presencia del otro que ha estado presente en la génesis de la Antropología y sigue estando, es tal vez la mayor contribución de esta ciencia al Trabajo Social. Hacer presente al otro usuario tanto en políticas administrativas de bienestar social, como en la praxis de la acción cotidiana. La actitud crítica que ha manifestado la Antropología hacia el propio contexto cultural, el relativismo no paternalista que le ha llevado a denunciar situaciones de injusticia y desigualdad social, puede ser el mayor esfuerzo al que se debe dedicar cualquier profesional de la antropología. Se quiere señalar asimismo, que la aportación no sólo es unidireccional ; si bien lo que he mencionado hasta ahora es en qué medida la Antropología es básica en la formación y práctica del trabajador social, quiero decir por otra parte que esa necesaria configuración de equipos multidisciplinares deberían estar cada vez mas constituidos por trabajadores sociales que colaboraran conjuntamente con antropólogos en programas de diagnóstico, prevención e intervención social . Algunos ejemplos se pueden citar, pero todavía son puntuales si los comparamos con lo que ocurre en otros países, como en Estados Unidos. De esta manera la salida profesional de los futuros antropólogos estaría más abierta al mercado laboral, fuera del sistema académico.
Y por último, la aproximación real a la problemática social que les toca vivir a los trabajadores sociales es un campo de práctica social que permitiría y permite en algunos casos, confirmar empíricamente los postulados teórico interpretativos validando aún más la orientación práctica de la Antropología, retroalimentando el proceso y enriqueciéndolo mutuamente.


Conclusión

Nuestra propuesta concreta y precisa, e incluso yo diría mi percepción vital, viene determinada a conseguir el reconocimiento científico de la antropología, no por la vía de la investigación pura o aplicada, sino por el rigor en la resolución y de los problemas abordados, sólo de esa manera, la demanda social puede condicionar (o estimular según se mire) las investigaciones, pero lo más problemático está en la forma en que el antropólogo plantea y resuelve el análisis de los temas propuestos.

jueves, 11 de marzo de 2010

La Educación es un Bien Público

lic.Héctor David Chavarría Santos.
Abogado, Notario y docente universitario

A más de uno le habrá llamado la atención el tono casi insurreccional del programa que anuncia este simposio: “Levantémonos por la Educación…”. El programa no ha sido preparado por unos jóvenes cabeza calientes y quema llantas, sino por concienzudos Padres Jesuitas que hablan desde la seriedad de una reconocida autoridad histórica en una educación de calidad. Al recordar, a cien años de agradecida distancia, el milagro de la Dolorosa del Colegio, perecería lógico celebrar las excelencias de la Educación Católica. Sin embargo, el lema que dirige las celebraciones centenarias, y sus consiguientes compromisos, proclama “una educación de calidad para todos, sin que nadie quede excluido, y que erradique la pobreza”. Es decir, el lema escogido proclama que la Educación es un Bien Público. Y esto, sin duda, tiene un significado más llamativo que el “Levantémonos” del programa.
En este país de García Moreno y de Eloy Alfaro, que es también país de sus seguidores, muchas veces atrincherados en fanáticas parcialidades, es un acontecimiento trascendente que la Compañía de Jesús, con su rancia tradición educadora, juntamente con Contrato Social por la Educación, que recoge las mejores preocupaciones del país por su educación y su futuro, esté comprometiendo, decidida y públicamente, su historia y su misión por la educación como Bien Público.
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Cuando decimos que la Educación es un Bien Público, estamos afirmando que la Educación es un derecho de todos y, por consiguiente, una obligación de toda la sociedad. Pero, cuando nos vemos obligados a proclamar esta verdad obvia, estamos gritando que esto no es verdad, que la Educación no está siendo un Bien Público.
Nuestra reflexión, necesariamente, debe partir de reconocer el fracaso de las políticas públicas en la reducción de la pobreza, y el fracaso de las reformas educativas que se implementaron con la idea de mejorar la educación.
Rosa María Torres, distinguida investigadora ecuatoriana de reconocimiento internacional, en el estudio sobre la realidad educativa en América Latina que le fuera encomendado por la Federación Internacional de Fe y Alegría, afirma: “Las reformas educativas conducidas desde fines de la década de 1980 bajo el lema de ‘mejoramiento de la calidad de la educación’ han fracasado. Dicho mejoramiento no se ha dado. Los resultados del rendimiento escolar en la mayoría de los países están estancados o continúan deteriorándose… La calidad y la equidad de la educación han devenido en discurso repetitivo, con débil soporte en políticas, los programas y proyectos” (Rosa María Torres, Justicia económica y justicia educativa: 12 Tesis para el cambio educativo. Fe y Alegría, 2005, pág. 14).
Éste es el doloroso punto de partida necesario para nuestra reflexión sobre la Educación como Bien Público; pero no queremos insistir en ello, porque no queremos sumarnos a los muchos profetas de calamidades. Los titulares de nuestros diarios y las imágenes de nuestros noticieros televisivos nos evidencian que estamos viviendo una cultura de la protesta, de la reclamación, de la denuncia, del rechazo, de la descalificación. Por desgracia, razones para ello no faltan. Pero, mientras más razones existen, más urgen las propuestas, las convocatorias, sin exclusiones, a construir un país mejor. Éste es el sentido de este simposio; y éste es el sentido de la celebración del Centenario del Milagro.
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Somos conscientes de la ambigüedad del término “bien público”. No nos referimos a él en el sentido de los comunicadores sociales o de los economistas, que ven al “público” como destinatario de sus mensajes o como usuarios y consumidores de los servicios y productos. Desde una perspectiva más sociológica, nos referimos a lo público como el bien que es común a todo el pueblo, lo que representa los intereses comunes de la sociedad en contraposición a los intereses y beneficios particulares. En un sentido más sociopolítico, nos referimos a “esa dimensión de la persona que la convierte en ciudadano de un país, en político o en republicano, que es lo mismo. Los ciudadanos constituyen la cosa pública o res-pública, lo común a todos y dan existencia al Estado como instrumento de la sociedad”. (Luis Ugalde, “Lo público y lo estatal”, El Nacional, Caracas, 31 de Marzo de 2005.)
La educación es un bien público porque conviene a todos los ciudadanos, de igual manera, para su vida, para su dignidad y para el ejercicio de una ciudadanía participativa y responsable. Es un derecho humano y social del que todos deben disfrutar en igualdad de condiciones, pues el cumplimiento de este derecho va a posibilitar el disfrute de los otros derechos esenciales. En consecuencia, el derecho a la educación implica derecho de todos, no a cualquier educación, sino a una buena educación, a una educación de verdadera calidad. Si garantizamos buena educación, estaremos poniendo los cimientos para que las personas puedan conquistar los otros derechos humanos esenciales. Cuando el bien existe de igual manera para todos en calidad y oportunidad, se posibilita la equidad, la justicia y la solidaridad, lo que contribuye a fortalecer el pacto social. Pero, si un bien público se ofrece de una manera para unos sectores y de otra manera para otros, el bien deja de ser público.
Para garantizar a todos el derecho fundamental a una educación de calidad, no es suficiente con que la educación sea gratuita y obligatoria, de modo que nadie deje de acceder a ella o la abandone antes de tiempo por razones económicas o sociales, sino que debe asegurar que los más pobres gocen de condiciones de vida dignas en alimentación, salud, vivienda, empleo, seguridad social, que permitan a todos adquirir los aprendizajes esenciales. Por ello, la lucha por el derecho a una educación de calidad para todos implica, no sólo que debe garantizar más presupuesto para educación, sino también más presupuesto para salud, vivienda, trabajo, seguridad social y mejores condiciones de vida de la población en general. No podemos perder de vista la necesaria integralidad e interrelación de los derechos económicos, sociales y culturales, es decir, que cada derecho implica a los demás y que por ello, se deben garantizar las condiciones para hacer viables todos los derechos a todas las personas.
Recordando al fundador de Fe y Alegría, P. José María Vélaz, “no podemos ofrecer a los pobres una pobre educación”. Una pobre educación para los pobres reproduce la pobreza y, en vez de contribuir a democratizar la sociedad, agudiza las diferencias y agiganta las desigualdades. Es cierto que todavía existen graves déficit de cobertura educativa; pero la división que implica hoy a más gente es la brecha entre los pocos que pueden acceder a recursos educativos de calidad y los muchos condenados a una pobre educación reproductora de la pobreza.
Si la educación de calidad es un derecho, es también un deber humano fundamental, lo que implica que todos debemos colaborar para que este derecho se cumpla. La defensa de los derechos humanos para todos se convierte en el deber de todos de hacerlos posibles. Es de un gran cinismo proclamar derechos y mantener unas condiciones de vida que impiden su realización. Estado y sociedad, y especialmente las familias, deben asumir su deber y responsabilidad educativa.
La educación de calidad para todos, condición indispensable para la sana convivencia democrática, la productividad y el desarrollo de instituciones fuertes, pasa a ser la estrategia fundamental del Estado y de la sociedad para incorporar plenamente a todas las personas al quehacer de la vida pública contemporánea. Si realmente estamos convencidos de que la educación de calidad para todos es exigencia para la dignidad y libertad de las personas, clave de la democracia política, del crecimiento económico y de la equidad social, debería ocupar el primer lugar entre las preocupaciones públicas y entre los esfuerzos nacionales. De ahí, la necesidad de asumir la educación de calidad como tarea de todos, como proyecto nacional, objeto de consensos sociales, amplios y duraderos.
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Es evidente que al Estado le corresponde la más amplia responsabilidad: él debe liderar la puesta en marcha de un verdadero proyecto educativo, en coherencia con el proyecto de país que se quiere, capaz de movilizar las energías creadoras, la participación activa y el entusiasmo de toda la sociedad, para combatir de frente la ignorancia, la mala educación, la exclusión, la ineficiencia, la retórica, la mediocridad. Hay que convertir las proclamas y buenas intenciones en políticas, y concretarlas en acciones.
El Estado, que representa el interés común y ejerce un poder conferido por la sociedad, debe vigilar y garantizar que el derecho a la educación de calidad se cumpla en términos de equidad, lo que implica compensar las desventajas de los más pobres para que las diferencias de origen no se conviertan en desigualdades y se reproduzca la pobre oferta educativa para los más pobres.
Esto en modo alguno indica que él debe ser el único ejecutor de las políticas educativas, sino que debe coordinar y apoyar los esfuerzos de las familias y de la sociedad para garantizar educación de calidad a todos, en especial a los más pobres y necesitados.
Por eso, nos oponemos a la ausencia del Estado, que pretende dejar al mercado la solución de los problemas educativos, lo que se traduce, de hecho, en muy pobre educación para los más débiles, y defendemos un Estado fuerte y eficaz para el cumplimiento de los derechos esenciales de todos, en especial de los que cuentan con menos condiciones y poder. El buen funcionamiento del Estado es condición para garantizar las políticas públicas y el disfrute por todos de los derechos esenciales. Un Estado ineficiente o que se inhibe de asumir sus responsabilidades esenciales es, antes que nada, una tragedia para los pobres.
Pero, igualmente, nos oponemos al “Estado Amo”, que monopoliza la educación, decide unilateralmente el uso de los recursos que pertenecen a todos y premia o castiga a los que siguen o no siguen sus políticas particulares. Los gobiernos no son dueños del presupuesto, sino meros administradores; administración que debe realizar con eficiencia, equidad y transparencia, para garantizar a todos el disfrute de una educación de calidad. De ahí, la necesidad de fomentar el papel de la sociedad como veedora de sus derechos mediante unas políticas públicas honestas y eficientes, garantizando una gestión eficaz, eficiente y transparente, con estrecha vigilancia sobre la corrupción y sobre los políticos y burócratas que están para servir y no para servirse del Estado y de los ciudadanos que los eligieron.
El problema educativo es de tanta importancia y es tan grave, que no podemos darnos el lujo de prescindir de nadie que quiera contribuir a su solución, especialmente de aquellos que han demostrado con hechos que les preocupa la educación y que tienen algo importante que aportar.
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La Educación como Bien Público está hoy, tal vez más que en otros tiempos, amenazada por perversas tendencias privatizadoras.
Aclaremos, en primer lugar, que no estamos contra la Educación Privada o Particular. Si así fuera, los colegios jesuitas, en esta celebración centenaria que es expresión de su autoconciencia, estarían proclamando su suicidio. Cuando nos están diciendo que quieren cultivar en los alumnos y representantes la conciencia ciudadana y la responsabilidad social; que quieren educar su inteligencia, y no menos su sensibilidad, en la cercanía a los problemas del país; que quieren cultivar una cultura, no de protesta, sino de propuesta…, entonces, los jesuitas nos están confesando que entienden su misión educadora como un servicio de Bien Público, que quieren ser dolientes de las graves deficiencias de la educación fiscal, a menudo sin más dolientes que la impotencia de los pobres, que se ofrecen al Estado y a la sociedad como aliados estratégicos para la construcción de un país mejor
Pero existen hoy tendencias perversamente privatizadoras:
1 son perversas las campañas de desprestigio de la educación pública sobre las que algunos pretenden ocultar sus intenciones privatizadoras excluyentes y, como efecto agravante, inducen a sus dirigentes a poner a sus hijos estudiando en centros educativos particulares, con lo cual expresan que no les importa demasiado el deterioro de la educación pública, asegurándose de este modo una educación para sus hijos y otra bien distinta para los hijos de los demás;
2 también se privatiza perversamente la Educación, cuando se la subordina al servicio de un Estado o de un Gobierno que no representa los intereses de todos, cuando se utiliza para fines partidistas o para imponer una visión particular; así, el Estado se convierte en el gran agente “privatizador”, el propietario más poderoso; la función del Estado no puede ser estatizadora, debe ser eminentemente “socializadora”, y apoyar las iniciativas sociales orientadas a garantizar a todos una educación de calidad;
3 el clientelismo es uno de los más perversos privatizadores: el otorgar cargos y puestos por su afiliación ideológica-partidista, por mera fidelidad o por simple amiguismo, para tener o mantener una cuota de poder en la escuela, entre los maestros o en esferas del Ministerio de Educación, sin tomar en consideración las capacidades profesionales y negando la igualdad de oportunidades, es la forma más anti-ética de apropiación privada de un bien público. Los funcionarios públicos, sean maestros o administradores, no trabajan para el gobierno (entiéndase, partido de gobierno), sino para el país, y es a él a quien deben responder y rendir cuentas;
4 no menos perversa es la privatización, incluso con grandilocuentes proclamas anti-privatizadoras, de los que subordinan la educación a los intereses privados de los profesores y gremios; sin duda alguna, al continuar las luchas sociales bajo los viejos esquemas de un corporativismo y un gremialismo incapaces de leer las nuevas realidades, están contribuyendo a fomentar las políticas privatizadoras de la educación; los educadores no pueden olvidar que sus derechos, que deben defender con tesón y sin claudicaciones, dimanan de los derechos de los alumnos, de todos los alumnos, a recibir una educación de calidad: se pisotean los derechos de los alumnos cuando se suspenden las clases con facilidad, cuando se callan las anomalías o se protegen las conductas irresponsables, cuando se fomenta un ambiente de mediocridad, cuando los sindicatos de maestros deciden y presionan nombramientos de autoridades, cuando por afirmar la educación pública con gestión gubernamental niegan la educación pública con gestión no gubernamental, cuando por afirmar una educación laica niegan el derecho de una educación integral que contemple la dimensión espiritual del ser humano y el estudio de la religión. Esta realidad, sin embargo, no puede ser utilizada para acabar con todo tipo de organización gremial o sindical, que dejaría a los trabajadores en total desamparo;
5 con frecuencia, también muchos directores e incluso docentes se convierten en perversos privatizadores cuando gestionan los centros educativos o las aulas como si fueran un feudo de su propiedad y admiten o niegan el acceso a algunos alumnos por cuestiones económicas, sociales, religiosas o personales; incluso podríamos hablar de que hoy también, y cada vez más, algunos alumnos contribuyen a privatizar la educación cuando generan un clima de violencia o amedrentamiento que imposibilita el ejercicio del proceso educativo en condiciones propicias, lo que lleva a muchos padres o representantes a buscar refugio para sus hijos en centros educativos privados.
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Para terminar, permítanme una palabra sobre el maestro. Si queremos garantizar una educación de calidad para todos, que es el núcleo de nuestro tema, es necesario priorizar, tanto por razones estratégicas como por razones éticas, la atención a nuestros educadores. Suenan cínicos los fáciles discursos del Día del Maestro cuando no están acompañados de reconocimientos sociales, personales y profesionales reales y efectivos. Un maestro enseña más lo que él es que lo que él sabe; y necesita que se le acompañe, que se le capacite, que se le motive y estimule; incluso, necesita que se le exija… Pero esas necesidades tienen, también, su medida en dólares. Difícilmente lograremos educación de calidad con educadores mal pagados y que trabajan en condiciones de gran precariedad. Es cierto que el Estado tiene que buscar la eficiencia y la productividad en su inversión educativa; pero no a costa de los salarios y condiciones laborales de los educadores.
Más grave aún – ¡y ofensivamente injusto!– es la discriminación que hace el Estado con los maestros de la Educación Fiscomicional –¡que también es Educación Pública, aunque de gestión no-gubernamental!– que atienden a los sectores más desfavorecidos y no disfrutan de los mismos beneficios que sus pares de la educación fiscal. Es falaz la excusa de la debilidad presupuestaria: como gritaba el fundador de Fe y Alegría, “cuanto más escasos son los recursos fiscales de una nación, más debe pensar en el tesoro escondido que guarda la buena voluntad de los hombres” (Velas, JM., Educación Popular Integral, s.f.).
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Concluyamos: es cierto que vivimos tiempos de crisis; pero también es cierto que vivimos tiempos de oportunidades: eso nos están diciendo las celebraciones centenarias que están recorriendo el país, y eso nos dice el lema que nos convoca: Por una Educación de calidad para todos, sin que nadie quede excluido, y que erradique la pobreza.

viernes, 5 de marzo de 2010

método científico es

Algunas consideraciones

Al hablar del método científico es referirse a la ciencia (básica y aplicada) como un conjunto de pensamientos universales y necesarios, y que en función de esto surgen algunas cualidades importantes, como la de que está constituida por leyes universales que conforman un conocimiento sistemático de la realidad.

Y es así que el método científico procura una adecuada elaboración de esos pensamientos universales y necesarios.

Sin embargo, mientras que los representantes del “camino más elevado hacia la verdad” se afanan para demostrar que los procedimientos disciplinados y positivos- de la ciencia limitan su radio de acción hasta el punto de excluir los indubitables aspectos de la realidad. ¿Y en qué fundamentan éstos tal punto de vista?

Su argumento estriba, en primer lugar, en la presentación del método científico como interesado únicamente en la física y en la química (ciencias experimentales), es decir, en lo mensurable (lo que se puede medir, pesar y contar), excluyendo aspectos de la realidad como la vida y la mente humana, las cuales quedan reducidas -y a esto lo dan por descontado- exclusivamente a lo material, a lo corpóreo, a lo externo. En segundo lugar, tienen que demostrar que el razonamiento científico constituye un estricto proceso de deducción, proceso del que están excluidos la imaginación y el pensamiento intuitivo.

En otras palabras, el método científico tiene su base y postura sobre la teoría mecanicista (todo es considerado como una máquina, y para entender el todo debemos descomponerlo en partes pequeñas que permitan estudiar, analizar y comprender sus nexos, interdependencia y conexiones entre el todo y sus partes), y, por consiguiente también ese mismo carácter.


Si ello fuera realmente así, está claro que quedarían fuera del alcance, del razonamiento científico vastos campos o parcelas de la realidad, de la verdad; siendo entonces necesario hallar un nuevo camino que nos lleve hasta esta misma verdad.

Mas la ciencia no está en modo alguno circunscrita a lo mensurable. “El papel desempeñado por la medición y por la cantidad (cualidades cuantitativas) en la ciencia dice Bertrand Russell es en realidad muy importante, pero creo que a veces se le supervalora. Las leyes cualitativas pueden ser tan científicas como la leyes cuantitativas.” Tampoco la ciencia está reducida a la física y a la química; mas a los defensores del “elevado camino hacia la verdad” les conviene creer que ello es así. Para ellos es necesario, en efecto, presentar a la ciencia como estando limitada, por su misma naturaleza, a la tarea de preparar el escenario para que la entrada en él una forma más elevada de conocimiento.

Pero la esfera de la acción de la ciencia es ya bastante amplia, no ya para incluir a la biología y a la psicología, a la economía y a la antropología, a la sociología y a la historia, sino que también sus métodos son capaces de ir modificándose a si mismos, al objeto de mejor adecuarse a cada uno de los campos estudiados.

Lo que hace que el razonamiento científico es, en primer lugar, el método de observación, el experimento y el análisis, y, después, la construcción de hipótesis y la subsiguiente comprobación de éstas. Este procedimiento no sólo es válido para las ciencias físicas, sino que es perfectamente aplicable a todos los campos del saber.
A lo largo de la historia, el hombre se ha enfrentado a un sinnúmero de obstáculos y problemas para desentrañar los secretos de la naturaleza, tanto para vivir con ella, como de ella en “perfecta” armonía. Para superar esos problemas ha empleado muy diversas estrategias, las cuales dieron paso a la formalización de procedimientos que, en última instancia, no son sino el propio método científico.
El método científico es el procedimiento planteado que se sigue en la investigación para descubrir las formas de existencia de los procesos objetivos, para desentrañar sus conexiones internas y externas, para generalizar y profundizar los conocimientos así adquiridos, para llegar a demostrarlos con rigor racional y para comprobarlos en el experimento y con las técnicas de su aplicación.


Al referirse a las formas de existencia de los procesos objetivos, Elí de Gortari lo está haciendo a las diversas maneras en que los procesos de por sí existentes se desarrollan y sólo a ellos; y cuando dice que la finalidad es desempeñar sus conexiones internas y externas, se está refiriendo fenómeno lógicamente al proceso natural de los acontecimientos de la naturaleza, pero no a todos, solo a aquellos que aún no tienen una explicación acabada que den cuenta precisamente del cómo suceden tales o cuales fenómenos, y de los que una vez desentrañados y explicados sus procesos, se derivan leyes, teorías, modelos, que más tarde serán punto de partida para la búsqueda de nuevos conocimientos.
El método científico se emplea con el fin de incrementar el conocimiento y en consecuencia aumentar nuestro bienestar y nuestro poder (objetivamente extrínsecos o utilitarios).

En sentido riguroso, el método científico es único, tanto en su generalidad como en su particularidad. Al método científico también se le caracteriza como un rasgo característico de la ciencia, tanto de la pura como de la aplicada; y por su familiaridad puede perfeccionarse mediante la estimación de los resultados a los que lleva mediante el análisis directo. Otra característica es que, no es autosuficiente: no puede operar en un vació de conocimiento, si no que requiere de algún conocimiento previo que pueda luego reajustarse y reelaborarse; y que posteriormente pueda complementarse mediante métodos especiales adaptados a las peculiaridades de cada tema, y de cada área, sin embargo en lo general el método científico se apega a las siguientes principales etapas para su aplicación:


1. Enunciar preguntas bien formuladas y verosímilmente fecundas.
2. Arbitrar conjeturas, fundadas y contrastables con la experiencia para contestar a las preguntas.
3. Derivar consecuencias lógicas de las conjeturas.
4. Arbitrar técnicas para someter las conjeturas a contrastación.
5. Someter a su vez a contrastación esas técnicas para comprobar su relevancia y la fe que merecen.
6. Llevar a cabo la contrastación e interpretar sus resultados.
7. Estimar la pretensión de la verdad de las conjeturas y la fidelidad de las técnicas.
8. Determinar los dominios en los cuales valen las conjeturas y las técnicas, y formular los nuevos problemas originados por la investigación.


Descrito desde otro punto de vista, podemos decir que el método científico es el medio por el cual tratamos de dar respuesta a las interrogantes acerca del orden de la naturaleza. Las preguntas que nos hacemos en una investigación generalmente están determinadas por nuestros intereses, y condicionadas por los conocimientos que ya poseemos. De estos dos factores depende también la “clase” de respuesta que habremos de juzgar como “satisfactoria”, una vez encontrada.
El método científico es la lógica genera empleada, tácita o explícitamente para valorar los meritos de una investigación. Es, por tanto, útil pensar acerca del método científico como constituido por un conjunto de normas, las cuales sirven como patrones que deben ser satisfechos si alguna investigación es estimada como investigación responsablemente dirigida cuyas conclusiones merecen confianza racional.3

El método científico sigue una direccionalidad univoca que le es característica, porque el método como tal es en sí un procedimiento encaminado a un objetivo, el intentar lograrlo lleva implícita una dinámica que para el caso del método científico se inicia con la Fase de la Observación, donde el sujeto conocedor (científico) entra en contacto con el fenómeno, y sabe de él algo, algo que lo induce a continuar buscando; en un segundo gran momento, supone de ése fenómeno cierto nivel de verdad, esto es, en una segunda fase, o Fase del Planteamiento de la hipótesis, que fundamentada en conocimientos previos y en los datos por recoger, podría ser demostrada; por último tenemos la Fase de Comprobación, la cual depende del grado de generalidad y sistematicidad de la hipótesis. Las evidencias que comprueban o desaprueban son igualmente estimables.

Es preferible, denominar a la teoría la concepción teórica o teoría general, que es un conjunto de conceptos, categorías y leyes generales sobre los procesos y objetos de la realidad. De esta teoría general se deriva - aunque de hecho se encuentra inserto en ella el método general de conocimiento concebido éste como la manera de abordar el objeto de estudio y el cual es general para una determinada concepción teórica.

Sí se considera a los fenómenos de la naturaleza y de la sociedad en movimiento, en desarrollo constante, es decir en su pasado, presente y futuro; en sus conexiones e interacción; en sus contradicciones internas, y se considera que los cambios cuantitativos se transforman en determinado momento y condiciones, en cambios cualitativos, el método de conocimiento será dialéctico materialista; pero si se concibe a los fenómenos y objetos como algo acabado, inmutable, es decir, sin cambio, y cada uno de los aspectos de la realidad se analizan en forma aislada, y no existe interés por conocer las causas esenciales por las cuales los fenómenos surgen, se desarrollan y transforman, entonces en enfoque será metafísico.
Cualquier teoría general o concepción teórica involucra determinados conceptos y sus interrelaciones que dan cuenta de la forma como se conciben los procesos y objetos. En el caso del materialismo dialéctico, los conceptos, categorías, principios y leyes generales, son: la materia, el movimiento, la contradicción, causa y efecto, esencia y fenómeno, forma y contenido, apariencia y realidad; el principio del historicismo, y de la conexión e interacción de los fenómenos, las leyes de la dialéctica, entre otros.

Estas categorías y leyes generales que forman parte de la filosofía marxista: el materialismo dialéctico dan cuenta de una determinada concepción de la realidad y, a su vez, son instrumentos metodológicos que orientan la aprehensión de los fenómenos de la realidad concreta. Asimismo, las teorías, leyes e hipótesis que se elaboran en los distintos campos de la ciencia (por ejemplo, la teoría de la mecánica clásica, la teoría marxista de las clases sociales), permiten explicar las causas de los fenómenos o la relación entre ellos, pero a la vez, tales leyes o teorías se convierten en instrumentos metodológicos que guían el proceso de conocimiento de los fenómenos particulares objeto de estudio.

El asunto de la relación entre la teoría y método debe ser abordado, en su primer momento y nivel, como la relación entre la concepción teórica o teoría general de los procesos y objetos, y la forma de abordar el estudio de tales procesos (método general de conocimiento, que para nosotros es el dialéctico que posee un carácter verdaderamente científico en cuanto que permite descubrir la esencia de los objetos y procesos para formular leyes científicas. El materialismo dialéctico supone que todo se halla vinculado y en interacción.

En el proceso de la investigación científica se utiliza diversos métodos y técnicas según la ciencia particular de que se trate y de acuerdo a las características concretas del objeto de estudio. Existen, sin embargo, métodos que pueden considerarse generales para todas las ramas de la ciencia en tanto que son procedimientos que se aplican en las distintas etapas del proceso de investigación con mayor o menor énfasis, según el momento en que éste se desarrolle. Estos métodos son el análisis y la síntesis, la inducción y la deducción.6




El Método Analítico

El Método analítico es aquel método de investigación que consiste en la desmembración de un todo, descomponiéndolo en sus partes o elementos para observar las causas, la naturaleza y los efectos. El análisis es la observación y examen de un hecho en particular. Es necesario conocer la naturaleza del fenómeno y objeto que se estudia para comprender su esencia. Este método nos permite conocer más del objeto de estudio, con lo cual se puede: explicar, hacer analogías, comprender mejor su comportamiento y establecer nuevas teorías.

¿Qué significa Analizar?

Analizar significa desintegrar, descomponer un todo en sus partes para estudiar en forma intensiva cada uno de sus elementos, así como las relaciones entre si y con el todo. La importancia del análisis reside en que para comprender la esencia de un todo hay que conocer la naturaleza de sus partes. El todo puede ser de diferente índole: un todo material, por ejemplo, determinado organismo, y sus partes constituyentes: los sistemas, aparatos, órganos y tejidos, cada una de las cuales puede separarse para llevar a cabo un análisis mas profundo (esto no significa necesariamente que un aparato u órgano tenga que separarse físicamente del resto del organismo; en otras palabras, aislar un órgano o aparato significa aquí que no se tomen en cuenta las demás partes del todo). Otros ejemplos de un todo material es: la sociedad y sus partes: base económica (fuerzas productivas y relaciones sociales de producción) y la superestructura (política, jurídica, religiosa, moral). La sociedad es un todo material en tanto que existe fuera e independientemente de nuestra conciencia.

El todo puede ser también racional, por ejemplo, los productos de la mente: las hipótesis, leyes y teorías. Descomponemos una teoría según las leyes que la integran; una ley o hipótesis, según las variables o fenómenos que vinculan y el tipo de relaciones que establecen, por lo tanto, puede hablarse de análisis empírico y análisis racional. El primer tipo de análisis conduce necesariamente a la utilización del segundo tipo; por ello se le considera como un procedimiento auxiliar del análisis racional.

El análisis va de los concreto a lo abstracto ya que mantiene el recurso de la abstracción puede separarse las partes (aislarse) del todo así como sus relaciones básicas que interesan para su estudio intensivo (una hipótesis no es un producto material, pero expresa relaciones entre fenómenos materiales; luego, es un concreto de pensamiento).


El Método Sintético

El método sintético es un proceso de razonamiento que tiende a reconstruir un todo, a partir de los elementos distinguidos por el análisis; se trata en consecuencia de hacer una explosión metódica y breve, en resumen. En otras palabras debemos decir que la síntesis es un procedimiento mental que tiene como meta la comprensión cabal de la esencia de lo que ya conocemos en todas sus partes y particularidades.
La síntesis significa reconstruir, volver a integrar las partes del todo; pero esta operación implica una superación respecto de la operación analítica, ya que no representa sólo la reconstrucción mecánica del todo, pues esto no permitirá avanzar en el conocimiento; implica llegar a comprender la esencia del mismo, conocer sus aspectos y relaciones básicas en una perspectiva de totalidad. No hay síntesis sin análisis sentencia Engels, ya que el análisis proporciona la materia prima para realizar la síntesis. Respecto de las síntesis racionales, por ejemplo, una hipótesis, ellas vinculan dos o más conceptos, pero los organiza de una forma determinada; los conceptos desnutrición y accidentes de trabajo al vincularse pueden dar por resultado una hipótesis: a medida que aumenta la desnutrición de los obreros, se incrementa la tasa de accidentes de trabajo. La hipótesis es una síntesis que puede ser simple o compleja. Asimismo, todos los materiales pueden ser simples (un organismo unicelular) o complejos (un animal mamífero); las sociedades pueden ser relativamente simples (una comunidad primitiva) o complejas (una sociedad industrial).
La síntesis, sea material o racional, se comprende en el pensamiento; por ello, es necesario señalar que el pensamiento, si no quiere incurrir en arbitrariedades, no puede reunir en una unidad sino aquellos elementos de la consciencia en los cuales - o en cuyos prototipos reales - existía ya previamente dicha unidad.

La síntesis va de lo abstracto a lo concreto, o sea, al reconstruir el todo en sus aspectos y relaciones esenciales permite una mayor comprensión de los elementos constituyentes. Cuando se dice que va de lo abstracto a lo concreto significa que los elementos aislados se reúnen y se obtiene un todo concreto real (por ejemplo, el agua) o un todo concreto de pensamiento (una hipótesis o ley). En otros términos,

Lo concreto (es decir el movimiento permanente hacia una comprensión teórica cada vez más concreta) es aquí el fin específico del pensamiento teórico, en tanto que es un fin de tal naturaleza, lo concreto define como ley la manera de actuar del teórico (se trata de una acción mental naturalmente) en cada caso particular, por cada generalización tomada aparte.
El análisis y la síntesis se contraponen en cierto momento del proceso, pero en otro se complementan, se enriquecen; uno sin el otro no puede existir ya que ambos se encuentran articulados en todo el proceso de conocimiento.

Inducción y deducción

Debemos de tener en cuenta que, en cualquier área del conocimiento científico el interés radica en poder plantear hipótesis, leyes y teorías para alcanzar una comprensión mas amplia y profunda del origen, desarrollo y transformación de los fenómenos y no quedarse solamente con los hechos empíricos captados a través de la experiencia sensible (recuérdese que en la ciencia no es cierto aquello de que los hechos hablan por sí solos). Además, a la ciencia le interesa confrontar sus verdades con la realidad concreta ya que el conocimiento, como se ha dicho, no puede considerarse acabado, definitivo, tiene que ajustarse continuamente, en menor o mayor grado según el área de que se trate, a la realidad concreta la cual se encuentra en permanente cambio. En este proceso de ir de lo particular a lo general y de éste regresar a lo particular tenemos la presencia de dos métodos: la inducción y la deducción.

La inducción se refiere al movimiento del pensamiento que va de los hechos particulares a afirmaciones de carácter general. Esto implica pasar de los resultados obtenidos de observaciones o experimentos (que se refieren siempre a un numero limitado de casos) al planteamiento de hipótesis, leyes y teorías que abarcan no solamente los casos de los que se partió, sino a otros de la misma clase; es decir generaliza los resultados (pero esta generalización no es mecánica, se apoya en las formulaciones teóricas existentes en la ciencia respectiva) y al hacer esto hay una superación, un salto en el conocimiento al no quedarnos en los hechos particulares sino que buscamos su comprensión más profunda en síntesis racionales (hipótesis, leyes, teorías).
Esta generalización no se logra sólo a partir de los hechos empíricos, pues de conocimientos ya alcanzados se pueden obtener (generalizar) nuevos conocimientos, los cuales serán mas complejos. Insistimos otra vez: el trabajo científico no va del paso mecánico de los hechos empíricos al pensamiento abstracto; existen niveles de intermediación y a medida que se asciende, las generalizaciones van perdiendo contacto con la realidad inmediata ya que se apoyan en otros conocimientos los cuales sí tienen relación directa o indirecta con la realidad.

Para poder pensar en la posibilidad de establecer leyes y teorías con base en la inducción, es necesario partir del principio de la regularidad e interconexión de los fenómenos de la naturaleza y la sociedad, lo cual permite pasar de la descripción (que se refiere fundamentalmente a los hechos empíricos) a otros niveles de la ciencia: la explicación y predicción a través de leyes y teorías.

Puede decirse que las conclusiones obtenidas a través de la inducción tienen un carácter probable, el cual aumenta a medida que se incrementa el número de hechos particulares que se examinan. Cabe destacar que los procedimientos de la inducción sólo permiten establecer relaciones entre hechos empíricos (leyes empíricas); para formular leyes teóricas que expliquen a aquéllas, es necesario apoyarse en otros planteamientos teóricos existentes en los marcos de la ciencia de que se trate. La deducción es el método que permite pasar de afirmaciones de carácter general a hechos particulares.
Proviene de deductivo que significa descender. Este método fue ampliamente utilizado por Aristóteles en la silogística en donde a partir de ciertas premisas se derivan conclusiones: por ejemplo, todos los hombres son mortales, Sócrates es hombre, luego entonces, Sócrates es mortal. No obstante, el mismo Aristóteles atribuía gran importancia a la inducción en el proceso de conocimiento de los principios iniciales de la ciencia. Por tanto es claro que tenemos que llegar a conocer las primeras premisas mediante la inducción; porque el método por el cual, hasta la percepción sensible implanta lo universal, es inductivo.”
El método deductivo está presente también en las teorías axiomáticas, por ejemplo en la Geometría de Euclides en donde los teoremas se deducen de los axiomas que se consideran principios que no necesitan demostración. Existen otro método afín desde el punto de vista lógico: el hipotético- deductivo. La diferencia con respecto al axiomático estriba en que las hipótesis de las que se deducen planteamientos particulares se elaboran con base en el material empírico recolectado a través de diversos procedimientos como la observación y el experimento.

En este proceso deductivo tiene que tomarse en cuenta la forma como se definen los conceptos (los elementos y relaciones que comprenden) y se realiza en varias etapas de intermediación que permite pasar de afirmaciones generales a otras más particulares hasta acercarse a la realidad concreta a través de indicadores o referentes empíricos. Este procedimiento es necesario para poder comprobar las hipótesis con base en el material empírico obtenido a través de la práctica científica.
La deducción desempeña un papel muy importante en la ciencia. Mediante ella se aplican los principios descubiertos a casos particulares. El papel de la deducción en la investigación científica es doble:
a) Primero consiste en encontrar principios desconocidos, a partir de otros conocidos. Una ley o principio puede reducirse a otra más general que la incluya. Si un cuerpo cae, decimos que pesa porque es un caso particular de la gravitación.
b) También la deducción sirve científicamente para describir consecuencias desconocidas, de principios conocidos. deductiva por excelencia; parte de axiomas y definiciones.
Inferencias inmediatas y medianas. En el razonamiento deductivo se reconocen dos clases de inferencias (tomado como sinónimo de conclusión, aunque algunos autores reservan el nombre de conclusión para las inferencias complejas). La inferencia inmediata de un juicio extrae otro a partir de una sola premisa. En la inferencia mediata la conclusión se obtiene a partir de dos o más premisas.
Ejemplo de inferencia inmediata:
“Los libros son cultura.”
“En consecuencia, algunas manifestaciones culturales son libros.”
Ejemplo de inferencia mediata: “Los ingleses son puntuales.” “Por tanto, William es puntual.”

A partir de Rene Descartes, la Filosofía sigue dos corrientes principales, claramente opuestas: el racionalismo (centrado en la razón) y el empirismo (cuya base es la experiencia). Mientras que los alemanes y franceses cultivan preferentemente el racionalismo, los autores ingleses son los clásicos empiristas, los cuales, ya desde Roger Bacon, en la Edad Media (1210-1292), muestran una decidida inclinación hacia ese tipo de pensamiento. En el Renacimiento, Francis Bacon (1561-1626) es el promotor del empirismo inglés, luego se continúa con John Locke y George Berkeley, hasta a su culminación, con David Hume, en el siglo XVIII.

La idea central de Bacon, es la crítica contra el silogismo y la apología de la inducción. Dice que lo primero que hay que criticar y rechazar, si se intenta una sólida certeza en la investigación científica, es la serie de prejuicios que suelen colarse en nuestros conocimientos ordinarios. Bacon acierta, al señalar con toda precisión cuatro tipos de prejuicios, que plásticamente, son llamados ídolos: ídolos de la especie, ídolos de la caverna, ídolos del foro y ídolos del teatro.
Bacon detecta el abuso del silogismo aristotélico como la principal causa del estancamiento de las ciencias. Critica claramente a Aristóteles y su obra. En su lugar, proclama el método inductivo (generalización a partir de la observación de casos particulares) como la clave para hacer progresar a las ciencias.
El método inductivo en versión moderna fue desarrollado por el inglés Francis Bacon (1561-1626) y se encuentra ligado a las investigaciones empíricas. Bacon rechazo la silogística de Aristóteles en la que se apoyaba la escolástica (doctrina del medievo) y la cual desdeñaba la experiencia sensible. En su lugar, Bacon destacó la importancia de la observación y el experimento en la obtención del conocimiento, pero minimizó el papel de las hipótesis por lo cual ha sido ampliamente criticado.

Acerca de la ciencia, Bacon tiene una idea completamente utilitarista (John Dewey). Mientras que los empiristas afirma son como hormigas, que sólo acumulan hechos sin ningún orden; los racionalistas o teóricos son como arañas, pues sólo construyen bellas teorías, pero sin solidez. El verdadero científico debe ser como la abeja, que digiere lo que capta, y produce miel para la comunidad a la que pertenece.

Para construir ciencia se debe proceder a base de experimentación, con el fin de observar las causas de los fenómenos, y poder comprender los procesos de la naturaleza y sociedad. Para interpretarla, primero hay que ser dócil a ella.
La observación puede darnos la forma, o la ley de comportamiento del fenómeno estudiado. La forma es como la esencia íntima del fenómeno; pero no es de orden metafísico, sino físico y social, o sea, observable experimentalmente.

Indudablemente, se debe dar un voto a favor del método inductivo. Gracias a él como pueden descubrir las leyes que rigen a la naturaleza y a la sociedad.13
Sin embargo, no había que deslumbrarse tanto por la eficacia de la inducción, como para menospreciar o dejar de lado el raciocinio deductivo. Lo correcto es saber utilizar cada uno de los dos procesos: deducción e inducción, según sea la naturaleza de la ciencia y del asunto tratado.

Nótese cómo es el tema metodológico el que incide con frecuencia en el pensamiento filosófico de estos tiempos. Mientras que Descartes se inclina hacia el método deductivo, la corriente empirista se inclinará hacia el método experimental-inductivo. Lo cierto es que cada uno tiene su propia zona de aplicación, sin que sea necesario desvirtuar uno u otro método en cuanto tal.

El pensamiento Cartesiano en el mundo Contemporáneo

Rene Descartes (1596-1650), ha sido el más famoso genio del siglo XVII. Con él se coloca en la Historia una primera piedra divisoria, con respecto al pensamiento antigua y medieval, y por eso se le suele llamar el “Padre de la Filosofía moderna”, no obstante de él brillaron otros pensadores también revolucionarios, como, por ejemplo, Nicolás de Cusa (1401-1464) y Francis Bacon (1561-1626).
Su idea central es la creación de un sistema filosófico completamente inexpugnable, libre de las críticas de los pensadores subsecuentes, y perfectamente garantizado en su verdad y en su orden lógico, similarmente a lo que sucedía en las Matemáticas, edificio mental sólidamente estructurado e inmune a las simples opiniones de cualquier profano en la materia.

Las reglas del método

Para evitar el error, no basta con la inteligencia, es necesario saber aplicarla adecuadamente, es decir, se requiere un método. Descartes pone especial énfasis en la necesidad de un Método Racional, que por principio libere al hombre de la fácil caída en el error. En el Discurso del Método (Segunda Parte) describe sus famosas cuatro reglas metódicas, como sigue:


a) Regla de la Evidencia: No aceptar como verdadero sino lo que es evidente. O, en otros términos: tratar de captar intuitivamente el objeto propio de la inteligencia, a saber, las ideas claras y distintas. Cuando se logra percibir las notas características de una idea y cuando se logra distinguir esas notas con respecto de las demás ideas, se posee una idea clara y distinta, y esto ya es una garantía de la verdad del conocimiento poseído. Para eso hay que evitar la prevención y la precipitación. En una palabra, sólo se puede poseer la verdad cuando el espíritu capta las ideas con toda su evidencia, de un modo fácil, inmediatas, serenas y claras. Esta evidencia ya no puede encerrar la duda y el error.
b) Regla del Análisis: ”Dividir cada una de las dificultades que se van a examinar, en tantas partes como sea posible y necesario para resolverlas mejor.” Es decir, descomponer las ideas complejas en sus partes más simples; pero, además, remontarse a los principios más simples, de los cuales depende el asunto que se está examinando.
c) Regla de la Síntesis: “Conducir por orden los pensamientos, empezando por los objetos más sencillos, más fáciles de conocer, para subir gradualmente hasta el conocimiento de los más complejos…” Se trata de la operación contraria a la anterior, y es complementación. Una vez dividido en partes un asunto, para su mejor comprensión, es necesario reconstruir el todo, a partir de los principios encontrados. Coincide, tal como se ha estudiado en Lógica, con la Deducción. Lo importante consiste en el procedimiento gradual que avanza lógicamente (con encadenamiento y congruencia natural), desde lo simple de los principios, a lo complejo de las conclusiones, teoremas y demás consecuencias de las primeras verdades.
d) Regla de las Enumeraciones y Repeticiones: “Hacer enumeraciones tan completas, y revisiones tan generales, como para estar seguro de no omitir nada.”
Con esto se persigue una intuición global del asunto tratado, de tal manera que la inteligencia posea y domine la materia desde el principio hasta el fin, lo cual supone la repetición o repaso del camino andado.

De esta manera, sencilla y coherentemente, Descartes propone a la inteligencia las cuatro reglas más importantes que hay que tener en cuenta si se quiere un resultado eficaz en su funcionamiento. Por tanto, debemos permitir que la mente se percate, por sí misma, del asunto tratado, que el esfuerzo se divida en partes suficientes como para simplificar


La duda Metódica.

Una vez establecido el método a seguir, Descartes se propone edificar una Filosofía perfectamente estructurada, al modo de las ciencias matemáticas. Para ello será necesario partir de una verdad absolutamente indubitable, y de la cual se pueda derivar todo el edificio filosófico.

Para encontrar esa primera verdad, es preciso borrar, con anterioridad, todo conocimiento que no esté debidamente fundamentado. Por lo tanto, hay que hacer caso omiso, o mejor, dudar, de todo lo que percibimos por los sentidos, y de todos los conocimientos científicos.

La duda que propone Descartes tiene como finalidad la fundamentación de la nueva filosofía sobre bases indubitables. Por lo tanto, no se trata de una duda escéptica, en donde el fin es dudar por dudar. Es una duda metódica, puesta solamente como un método o medio, para llegar a un principio completamente evidente.

En estas condiciones, con una cierta ambigüedad respecto a la seriedad de la duda metódica y universal, Descartes se lanza a la búsqueda de su primer principio. Si dudo (reflexiona así en la Cuarta parte del Discurso del Método), es que pienso, y si pienso, es que existo. De esto modo llega a lo que le parece su primer principio fundamental: “Pienso, luego existo” (Cogito, ergo sum).


El primer principio Cartesiano

No es tan original Descartes al anunciar su principio fundamental: “Cogito, ergo sum”. Ya San Agustín había esgrimido un arma semejante, en contra de los escépticos: “Si fallor, sum” (si me equivoco, existo). Sin embargo, la novedad, en Descartes, consiste en que, por primera vez, se pretende erigir sobre esta verdad todo el cuerpo de verdades filosóficas. Su principio funcionará a la manera de los axiomas de las ciencias matemáticas.

El “Cogito” (así se suele llamar al primer principio cartesiano, por brevedad) es, pues, una intuición fundamental. Todo el mundo podrá dudar sobre lo que quiera, pero no podrá dudar de su propia existencia. Si duda, es que piensa, y si piensa, es que existe.

Por su parte, Santo Tomás jamás habla de esa intuición del propio yo; lo que se conoce es el efecto, los frutos, y por medio de ellos, pero ya de un modo mediato, podemos retroceder hasta las substancia, la cual es inferida como se infiere la causa a partir de los efectos, y no por intuición intelectual (directa e inmediata visión del objeto).16

Los procedimientos de la inducción según John Stuart Mill (1806-1873), quien los expuso en forma de reglas:

1. Método de semejanzas: “Si dos o mas casos del fenómeno sometido a investigación tienen de común sólo una circunstancia, entonces esta circunstancia en la que sólo concuerdan todos estos casos - es la causa (o consecuencia) del fenómeno dado.”
La importancia de este procedimiento radica en que permite una aproximación al conocimiento de la verdadera causa ya que ayuda a eliminar diversos factores, porque no guardan relación, aunque es posible incurrir en error en este punto. En segundo lugar, indica que ciertos factores parecen darse conjuntamente. En tercer lugar, nos permite observar que, en la situación concreta, el factor.
2. Método de la diferencia: “Si el caso en el que aparece el fenómeno dado y el caso en que no aparece son semejantes en todas las circunstancias, excepto en una, que se encuentran en el primer caso, esta circunstancia en la cual se diferencian únicamente estos dos casos, es la consecuencia o la causa, o la parte necesaria de la causa del fenómeno.”
3. Método combinado de semejanza y diferencia: “Si dos o mas casos de surgimiento del fenómeno tienen en común una sola circunstancia, y dos o más casos en que no surge ese fenómeno tienen en común sólo la ausencia de esa misma circunstancia, entonces tal circunstancia en la que sólo se diferencian ambos tipos de casos, es la consecuencia o la causa, o la parte necesaria del fenómeno investigado.”
4. Método de variaciones concomitantes: “Todo fenómeno que varia de alguna manera siempre que otro fenómeno varia de una manera particular, o bien es la causa o es el efecto de este fenómeno, o está conectado con él por alguna causa.”
5. Método de residuos: “Separar del fenómeno una parte tal, que se sabe por inducciones anteriores, que es el efecto de ciertos antecedentes y el resto del fenómeno es el efecto de los demás antecedentes.”


LAS ETAPAS DEL METODO CIENTIFICO (Mediante la investigación científica)

Las expresiones del pensamiento constituyen preguntas y problemas por resolver, o bien, respuestas y soluciones a las indagaciones realizadas. En este sentido, el curso del conocimiento científico consiste en una sucesión ininterrumpida de problemas que surgen a partir de los resultados obtenidos en las investigaciones anteriores y se resuelven mediante el razonamiento y la experimentación.

Para encontrar la solución de esos problemas, la actividad científica ha establecido procedimientos adecuados y desenvuelve continuamente otros nuevos. Entre ellos se encuentran los experimentos que nos informan, tan exacta y completamente como es posible, acerca de los procesos naturales y sociales, lo mismo que sobre sus conexiones activas y su mutua causalidad. También se encuentran las teorías, que nos permiten reunir los resultados de los experimentos en una explicación común, necesaria y suficiente. Por último, tenemos la aplicación de dichas teorías para intervenir, de manera directa y concreta, en el comportamiento de los procesos de la sociedad y de la naturaleza, haciendo que produzcan la satisfacción de las necesidades humanas y resolviendo prácticamente, de esta manera, los problemas que impulsan la propia actividad científica.

En términos generales, por problema entendemos cualquier dificultad que no se puede resolver automáticamente, es decir, con la sola acción de nuestros reflejos instintivos y condicionados, o mediante el recuerdo de los que hemos aprendido anteriormente.

Por otra parte, además de los problemas que nos imponen directamente las condiciones naturales y sociales en que vivimos, constantemente estamos creando o inventando otros problemas; como con, por ejemplo, la explicación de los procesos recién descubiertos, la demostración de teoremas, la verificación de hipótesis, la decisión entre dos o más teorías de pugna, o bien, la transformación de la naturaleza y la sociedad, etcétera.

Diseño de la investigación

Ésta consiste en señalar con toda claridad y precisión el rumbo y la meta. Así que precisar el campo al que pertenece el problema sería en principio el primer paso; determinar con todas sus características el problema a resolver; sería el segundo paso; fijar el objetivo que se busca alcanzar, o mejor dicho establecer cuál será el fin que se pretende alcanzar con la investigación; para esto se deberán definir los procedimientos, esto es, la metodología y todo tipo de requerimientos que permitirán obtener la información mediante los procesos si ese fuera el caso. 18
El método científico consta de las siguientes etapas, las cuales se describen a continuación:


ELECCION DEL TEMA

En la elección del tema se concretará, tanto como sea posible el objeto de conocimiento; además habrá de estructurarse el título tentativo del proyecto de investigación, tentativo porque podría hacérsele algunas pequeñas precisiones durante el proceso de la investigación.


¿Qué se va a investigar?

¿Cómo se realizara la investigación?

¿Por qué es importante la temática a investigar? Las preguntas son cómo, por qué, cuándo y dónde
Explican el surgimiento de un tema de investigación, la razón de un trabajo de investigación.
¿Qué elementos forman parte de la Elección del Tema de investigación?
Se recomienda, enlistar los principales problemas locales, estatales, nacionales e internacionales que se identifican desde el lugar donde se va a llevar a cabo la investigación, y así se puede deducir el Tema de Investigación.


Planteamiento del Problema de Investigación

El problema es la fijación de las contradicciones que se dan en la propia realidad, contradicciones que se fijan en la teoría y que concluyen una vez “esclarecidas” con el planteamiento de un nuevo problema, cuya solución podría ser resuelta por otros investigadores. Para un adecuado planteamiento del problema se requiere de, eliminar del problema cualquier adición engañosa, o sea, identificar aquellas dificultades que chocan con la teoría. El proceso de solución de todo problema, supone como condición necesaria, la formulación adecuada y científica de la interrogante que se encuentra en la base del problema. Si el problema está formulado científicamente, el camino para la solución está más claramente definido. Un correcto planteamiento del problema, además debe poner de manifiesto las premisas que permitan resolverlo, a partir de la realidad como condición para su solución, aunada al supuesto de un examen teórico, fijando determinadas formas lógico-metodológicas.
Una de las reglas heurísticas más importantes para la solución de problemas consiste en que éste pueda resolverse utilizando idealizaciones iniciales, claramente comprendidas y estipuladas, que simplifiquen su complejidad sin tergiversar la realidad mostrando la tendencia general del desarrollo del objeto investigado, ya que es en la realidad en la que se encuentra su posible solución.

Otra regla heurística, es la exigencia de resolver por partes los problemas, esta condición es la relativa a la diferenciación del aparato conceptual (marco conceptual) que consiste en hacer desde ahora una clara distinción entre los conceptos involucrados en el problema mismo, ya que la ausencia de diferenciaciones conceptúales hace posible el tratamiento científico del problema. Esta diferenciación conceptual por su esencia, representa el proceso previo para la elaboración de la hipótesis, que en sí misma da cuenta del problema.

Una vez seleccionado el Tema de Investigación, se debe de enunciar la problemática de la investigación, para buscarle las alternativas de solución a través de las diferentes disciplinas del conocimiento (ciencias empíricas o formales, según sea el tipo de investigación) científico o de la que corresponda dependiendo del problema a investigar.
Por Problema se entiende “la cuestión que trata de resolver por medio de procedimientos científicos. El inicio de la investigación es el Problema.
Ahora bien, el planteamiento del problema en forma general significa, “la presentación clara y directa de la relación entre dos o mas variables contenidas en el problema, que se pueden comprobar empíricamente y que permiten encontrar las vías de solución o respuestas”,
Es decir, plantear un problema es minimizar todos sus efectos y relaciones fundamentales o entre mas particular sea el problema a investigar esto, facilita el proceso de la investigación, en cambio si es muy general dicha investigación pierde el rumbo, por que existirá diferentes líneas de investigación.


En el planteamiento del problema existen tres aspectos básicos que se deben de reflexionar, analizar y conceptualizar y son los siguientes:

1. Descripción del problema de investigación.

2. Elementos del problema de investigación.

3. Formulación del problema de investigación.

Delimitación y ubicación del problema

Mario Bunge refiere que: “no se conocen recetas falibles para preparar soluciones correctas a problemas de investigación mediante el mero manejo de los ingredientes del problema”. Sin embargo se pueden tomar en cuenta algunas sugerencias que permitan delimitar y ubicar el problema de investigación como las siguientes:


Elementos del problema

Los problemas como tal no existen, es el investigador quien los plantea dadas sus inquietudes, capacidad de observación y conocimientos.


Esta afirmación se apoya en el hecho de que ante un fenómeno o situación dada, todos podríamos pasarlos por alto, pero sólo uno se detiene y se plantea las interrogantes que ésta le despierta.

Son elementos aquellas características de la situación problemática imprescindibles para el enunciado del problema, es decir, sumados los elementos del problema se tiene como resultado la estructura de la descripción del problema.
Para poder abarcar la búsqueda de una solución a un problema, el investigador debe precisar la naturaleza y las dimensiones del mismo. Para ello, se requiere reunir datos empíricos que se puedan relacionar con el problema y posibles explicaciones del mismo.
Para que la lista obtenida de los elementos del problema adquiera verdadero significado, el investigador procurará hallar las relaciones que existen entre los hechos empíricos, por una parte, y entre las explicaciones racionales por la otra, y tratara de relacionar aquellos con estas.
Luego de incorporar nuevos datos a la lista de elementos, eliminar los que considere carentes de importancia, el investigador realizará un profundo examen de los supuestos en que se basan los hechos, explicaciones y relaciones halladas.


Descripción del Problema de investigación.

Este aspecto nos indica describir de manera objetiva la realidad del problema que se esta investigando. En la descripción se señalan todas las características de la problemática, los hechos y los acontecimientos que están en entorno social, al mismo tiempo se debe mencionar los antecedentes del problema.
Antecedentes del estudio o problema de investigación. Las técnicas en las que se basó, las categorías de análisis o ejes centrales que permiten guiar el proceso de investigación.
Los supuestos básicos en los que se apoya el enunciado del problema.
Un enunciado completo del problema incluye todos los hechos, relaciones y explicaciones que sean importantes en la investigación.
Hay que encuadrarlos en un enunciado descriptivo o en una pregunta que indique con claridad que información ha de obtener el investigador para resolver el problema de investigación.

Por ejemplo:
¿De que manera influye la preparación académica (V. Independiente) en un sujeto (cambio en la conducta del sujeto V. Dependiente) determinado?
¿Cómo puede utilizar los conocimientos académicos un sujeto que le permitan lograr movilidad social, económica y cultural dentro de una sociedad determinada?
¿Cómo influye la preparación académica en un sujeto para el desarrollo de una conciencia flexible y racional?
El investigador deberá de reconocer e identificar, que datos empíricos e intelectuales (teorías, conceptos, axiomas, postulados, principios, etc.) conducen a la solución del problema de investigación.
En el desarrollo del planteamiento del problema, es conveniente ubicarlo en un contexto geopolítico, socioeconómico, histórico y geográfico, etc., ya que dicha problemática no se presenta en forma aislada, esto significa que necesariamente tenemos que ubicarlo en el tiempo y en el espacio.
Conocimiento de la problemática, manejar los conceptos, definiciones, elaborar preguntas sobre el objeto de investigación. Tener un pensamiento lateral, es decir, creativo, imaginario.

Elementos que integran a la Descripción del Problema.
Antecedentes del estudio.
Hechos y acontecimientos.
Las características y sus elementos (relaciones y explicaciones, y la importancia dentro del lugar, y el beneficio que traerá consigo). Contexto (político, socioeconómico, histórico, geográfico).


Formulación del Problema de investigación.

De acuerdo con lo anterior, es de suma importancia de conocer cómo se define y se formula el Problema de investigación, con su entorno y sus relaciones de la manera más concreta posible, En la formulación del problema, la definición es la fase mas importante y se debe de realizar con elementos de la problemática que se investiga, definir un problema es señalar todos los elementos, aspectos, características en forma entendible y precisa, con el fin de que otras personas (lectores) puedan entender el proceso de la investigación. Cuando se halla definido la problemática es necesario formularlo y redactarlo para contar con todos los elementos del proceso de la investigación.

Es decir, el proceso de división conceptual del problema consiste en fijar la idea principal, los supuestos básicos en que se fundamente la argumentación inicial en relación con el problema planteado, los supuestos accesorios y accidentales que van surgiendo al usar la lógica para precisar el razonamiento.
Es recomendable al finalizar el planteamiento del problema redactar algunas preguntas que surgen de la problemática, es decir, una gran pregunta central como eje de la investigación y de ahí derivar las preguntas secundarias.

Las preguntas bases son:
¿Qué? ¿Cuando? ¿Para que? ¿Quien? ¿Donde? ¿Con que? ¿Como? ¿Por que? ¿Cuanto?

¿Que relaciones se pueden establecer?

¿Cuáles son los puntos esenciales de la problemática?
¿Cuáles serian las alternativas de solución de la investigación?
¿Cómo establecer las relaciones con las variables (dependiente, independiente)?


Justificación del problema de investigación.

En este apartado se explica las razones o los motivos por los cuales se pretende realizar la investigación por lo general es breve y concisa.
Por justificación se entiende sustentar, con argumentos convincentes, la realización de un estudio, en otras palabras, es señalar por qué y para qué se va a llevar a cabo dicha investigación.
Para elaborar la justificación primero se tiene que conocer bien el problema, posteriormente se requiere de:

Explicar por qué es importante realizar la investigación.
Que beneficios se obtendrían al resolver la problemática que se plantea.
En el desarrollo de la investigación se puede dimensionar en diferentes tipos de interés como son los siguientes:

Intereses personales.
Intereses institucionales. Intereses políticos.
Es decir, explicar el tipo de interés que se tenga sobre el tema que sé esta investigando, con la finalidad de conocer esas razones, que por la cual se ha interesado.

Objetivos de la Investigación.
Los objetivos es parte fundamental en el proceso de la investigación científica o de cualquier estudio que se realizar, nos permite, predecir, explicar y describir los fenómenos y adquirir conocimientos de esos fenómenos estudiados.
Con los objetivos se busca la finalidad de la investigación, es decir, es la referencia, que guía o permite el desarrollo de la propia investigación.
Los objetivos deben estar claramente redactados o bien formulados, para lograr transmitir lo que sé esta investigando y evitar confusiones o desviaciones en la investigación.
Con objetivos claros, precisos nos va a permitir
a) Extender y desarrollar los conocimientos de un tema.
b) Profundizar y preguntar acerca de tesis o argumentos científicos.
c) Llevar la práctica los conocimientos adquiridos en el diseño de una investigación.
d) Con los objetivos sabremos los alcances, las limitaciones de la investigación y nos va a permitir dirigir todos los esfuerzos hacia una misma dirección la investigación.
Los objetivos deben de tener congruencia con las demás fases de la investigación, ya que una de las características propia del proyecto de investigación, los objetivos se tienen que estar revisando en el proceso de la investigación, para evitar desviaciones o fallas.
En la elaboración de los objetivos es valido plantear un objetivo general que debe de ser más amplio que cualquiera de los objetivos particulares y lo más preciso para lograr las metas que se propone el investigador, de este objetivo general se desprenden los objetivos particulares, que son las fases del proceso de la investigación, es decir, de lo que se va a investigar.
En la formulación de los objetivos se utilizan verbos, en infinitivo, es decir, con verbos no conjugados, aunque en la obra de Benjamín Bloom (1960) es una clasificación de metas educativas y no como una guía para la redacción de objetivos para la investigación, se puede sugerir la utilización, para facilitar la redacción, estos pueden ser:


Objetivos generales y específicos. conocimiento comprensión aplicación Análisis síntesis evaluación Definir Traducir, Interpretar, Distinguir, Componer Juzgar, Repetir, Reafirmar, Aplicar, Analizar, Planear, Evaluar, Apuntar, Discutir Usar, Diferenciar, Proponer, Tasar, Inscribir, Describir, Emplear, Calcular Diseñar, Seleccionar, Registrar, Explicar, Demostrar, Experimentar, Formular Escoger, Marcar, Expresar, Dramatizar, Probar, Arreglar, Valorar, Recordar Identificar, Practicar, Comparar, Ensamblar, Estimar, Nombrar, Localizar Ilustrar, Criticar, Reunir, Medir, Relatar, Transcribir, Operar, Investigar, Construir, Subrayar, Inventariar, Crear, Enlistar, Esbozar, Organizar, Enunciar Trazar, Dirigir, Aprestar.

Estructuración del esquema

El esquema es la representación grafica sistematizada, que tiene como función principal estructurar un conjunto de ideas y los datos necesarios e imprescindibles de manera sintetizada con el menor número de palabras, en un orden lógico, que permita captar en un solo golpe de vista la temática desglosada.

Inmediatamente después de haber sido diseñado y aprobado el proyecto de la investigación, se estructura el esquema que también se le conoce como plan de trabajo o bosquejo; la importancia de esta sección reside en que mediante su estructura dividida en capítulos y éstos a su vez en subcapítulos, permiten de manera ordenada desarrollar sus partes con un cierto orden, o tomarlo como base para posibles modificaciones. Generalmente el primer apartado del esquema se destina a una introducción, los inmediatos siguientes capítulos, hacen una revisión de los antecedentes, esto es de investigaciones que preceden a la que se está realizando. Los capítulos intermedios corresponden al desarrollo de la investigación en sí, y los últimos capítulos se destinan a concluir sobre los resultados de la investigación.
Es indispensable elaborar el esquema de la investigación o el índice de lo que va hacer la investigación, el esquema puede ajustarse en el proceso de la investigación, conforme a los resultados que genere la propia investigación.
El esquema es la ordenación temática probable de la problemática a investigar.


MARCO TEORICO

El marco teórico es el conjunto de principios teóricos que guían la investigación estableciendo unidades relevantes para cada problema a investigar,

Cabe mencionar que con cierta frecuencia en la literatura se usa indistintamente los términos: Marco Teórico, Marco Conceptual, Marco Teórico Conceptual, y Marco de Referencia. Si bien es cierto que unos están comprendidos en otros o que se relacionan entre sí, vale la pena hacer una precisión al respecto. El Marco Teórico es el apartado que comprende la delimitación teórica relativa y exclusiva que da sustento a un tema de investigación de forma lógica, donde sus elementos conceptuales son inherentes a la teoría(s) en estudio.
Tamayo y Tamayo establece que el Marco Teórico cumple las siguientes funciones.

• Delimitación el área de la investigación; para ello habrá que seleccionar los hechos que tengan relación entre sí, mediante una teoría que dé respuesta al problema en cuestión.
• Sugerir guías de investigación, para encontrar nuevas alternativas de solución del problema.

• Compendiar conocimientos existentes en el área que se esté investigando.
• Expresar proposiciones teóricas generales, postulados, leyes que habrán de servir como base para la formulación mas “adecuada” de la hipótesis, su operacionalización, e incluso para la determinación de los indicadores.

Los puntos antes referidos se pueden conjuntar para decir que la función principal del Marco Teórico la constituye el propósito de dar consistencia, unidad y coherencia a las teorías con la investigación en proceso. El Marco Teórico, es pues un instrumento conceptual metodológico que se construye sobre la base de la información pertinente al problema de investigación, más precisamente con la o las teorías que dieron sustento a otras investigaciones.

A la información seleccionada que nos muestra el avance de lo logrado en investigaciones anteriores y que están relacionadas con el problema de investigación, se le denomina, Estado del Arte, y que será el que sirva de base para la construcción del Marco Teórico. Del Estado del Arte se precisa saber cuál será la teoría que servirá de base para sustentar el trabajo en cuestión.




Para la elaboración del Marco Teórico, analícese la teoría o las teorías más afines, mismas que le permitirán formalizar el trabajo mediante la reducción de los fenómenos a proposiciones lógicas, y de esta manera poder relacionar lo más preciso posible el cuerpo teórico con la realidad para orientar la búsqueda.

Resumiendo, para la elaboración del Marco Teórico se habrá de considerar básicamente lo siguiente:


a) El problema de investigación.

b) La referencia a los estudios afines de investigaciones fundamentales y recientes, relacionadas con el problema de investigación.

c) Ubicación de la teoriza o teorías base para dar sustento a la investigación en proceso.


d) Definición conceptual.
e) Las implicaciones teóricas y metodológicas que podrían permitir determinar las limitaciones teóricas, metódicas y metodológicas.
f) De trabajos anteriores, establecer el sistema de hipótesis que les dio sustento, y el papel que desempeñaron en ellos, y considerarlos al momento de estructurar la propia hipótesis de trabajo.
g) Esbozar las variables y de ser viable, los indicadores.


ELABORACION DE HIPOTESIS

En toda investigación se debe establecer la hipótesis de investigación. La hipótesis debe concordar con la definición del problema, así como con los demás elementos del diseño. Su función principal es la de operar como un eje guía de la investigación, porque en torno a ella deberán girar todas las operaciones que se realicen, esto significa, que durante el proceso no se deberá perder de vista su funcionalidad.


Formulación de Hipótesis.
La siguiente fase son las hipótesis, y son los elementos importantes de toda investigación que sirven como guías precisas y orientan al investigador, a comprobar la problemática que sé esta investigando, las hipótesis son de gran importancia, se construyen tanto en la vida cotidiana como en el proceso de la investigación científica, las hipótesis surgen en la elaboración del planteamiento del problema.
Todo el tiempo se plantean soluciones tentativas a los problemas que se presentan en nuestro entorno social. Sin embargo, las conjeturas que se establecen cuando se actúa científicamente, son creaciones mentales (intelectuales) construidas conscientemente. Es decir, no surgen de la espontaneidad sino se formulan de acuerdo con criterios que se les permitan ser útiles en el proceso de la investigación científica.
Las hipótesis constituyen una herramienta que ayuda a ordenar, estructurar y sistematizar el reconocimiento mediante una proposición. La hipótesis implica una serie de conceptos y juicios tomados de la realidad estudiada, que llevan la esencia del conocimiento. Una hipótesis clara, concreta, viable puede ser la guía de la investigación, por que establece los límites, ayuda a organizar las ideas, y da un enfoque al procedimiento de la problemática estudiada.
Ahora bien la palabra hipótesis se deriva de hipo: bajo y thesis: suposición, podemos conceptualizar de la siguiente manera:
Hipótesis Es una suposición que establece relaciones entre los hechos o fenómenos, mediante dos o más variables (v. independiente y v. dependiente), y a la que todavía falta una comprobación.


Para enunciar hipótesis científicas, así como para comprobarlas, se deben seguir una serie de reglas y procedimientos, que constituyen, en parte, la investigación científica.

Arias Galicia nos señala las siguientes reglas.
Dar la esencia. La definición debe dar la esencia de lo que intenta definir, es decir, su naturaleza, sus límites. Evitar tautologías. No debe directa o indirectamente contener el objetivo. Ejemplo: La psicología es la ciencia que estudia a los fenómenos psicológicos. (tautología) o La psicología es la ciencia que estudia la conducta y los procesos cognoscitivos (lenguaje, pensamiento, ideas, conocimiento, inteligencia, etc.) del sujeto. (forma correcta) Debe ser afirmativa. Toda definición debe expresarse siempre en términos afirmativos, nunca en términos negativos.
Empleo del lenguaje claro. Debe de expresarse en palabras claras y asequibles, no debe contener metáforas o figuras literarias.


Variables
Las hipótesis están compuestas por variables, y las variables son atributos que se miden en las hipótesis o también pueden ser conceptos operacionales que adquieren diferentes valores y se refieren a las cualidades o características, como por ejemplo:

Masa (m), velocidad (v), aceleración (a), inteligencia, sexo, edad, estrato social, tasa de interés, escolaridad, peso, longitud, etc.
La investigación gira en torno de las variables, debido a que la finalidad del trabajo científico es descubrir la existencia de ellas y su magnitud, así, como probar las relaciones que las unen entre sí. Esto quiere decir que después de haber establecido una descripción clara y científica del objeto de estudio de la investigación, el investigador procede a explicar dicho objeto. Dicha explicación costa de dos elementos como son:
Variables independiente (X), se identifica como la Causa o antecedente. Variable dependiente (Y), se considera el Efecto o resultado.

¿Qué es variable independiente?
Son todos los elementos o factores que explican un fenómeno científico.

Esta variable puede ser manipulada por el investigador o científico.

¿Qué es variable dependiente?
Son los efectos o resultados del fenómeno que se intenta investigar.

¿Cómo se determinan las variables?
No es el propio investigador, quien va a determinar las variables, sino el objeto de estudio va hacer quien lo determine.


Definición de hipótesis científica

La palabra “hipótesis” deriva del hipo: bajo, y thesis: posición o situación. Ateniéndose a sus raíces etimológicas, hipótesis significa una explicación supuesta que ésta bajo ciertos hechos, a los que sirve de soporte. La hipótesis es aquella explicación anticipada que le permite al científico asomarse a la realidad.

Otra definición de hipótesis que amplía la anterior, nos dice:
Una hipótesis es una suposición que permite establecer relaciones entre hechos. El valor de una hipótesis reside en su capacidad para establecer esas relaciones entre los hechos, y de esa manera explicarnos por qué se produce.
La hipótesis es una suposición de la existencia de una entidad, la cual permite la explicación de los fenómenos o del fenómeno estudiado. Las hipótesis son las proposiciones tentativas que relacionaran los datos empíricos con el conjunto de teorías adoptadas y provisionalmente analizadas en el Marco Teórico.

En sí al elaborar la hipótesis, el investigador no tiene la total certeza de poderla comprobar. “Las hipótesis deberán ser proposiciones elaboradas correctamente desde el punto de vista formal (no tautológicas, coherentes y contradictorias, etc.) y deben, a partir de la corrección formal, proporcionar algún significado, es decir, deben decir algo en relación con los hechos a que se hace referencia. En segundo lugar, deben estar basadas en el conocimiento científico preexistente o, en última instancia, no estar en abierta contradicción con lo que la ciencia ya sabe acerca de la estructura y comportamiento de la naturaleza y de la sociedad. En tercer lugar al plantear una hipótesis, deberá tenerse en cuenta que pueda ser verificada apelando a los procedimientos metodológicos y técnicos de que la ciencia dispone.

En efecto, las hipótesis fraguadas por los científicos pueden estar encaminadas a explicar un conjunto de fenómenos, como en el caso del éter, o bien a explicar un solo hecho, como la hipótesis que permitió descubrir la existencia de Neptuno y Plutón.

La finalidad de estas hipótesis no es otra que la de explicar, de dar razón de los acontecimientos por medio de la interpolación de hechos que podrían haber sido observados, en condiciones adecuadas.

¿Qué es una explicación?

Podemos definirla como un conjunto de enunciados de los cuales deducimos el hecho o los hechos que se desea explicar. La explicación nos permite eliminar el carácter problemático de las cosas.
La función de una hipótesis descriptiva consiste en simbolizar la conexión ordenada de los hechos. Un ejemplo de este tipo de hipótesis lo encontraremos en Ptolomeo, en la medida en que este astrónomo proporcionó una representación geométrica de los cuerpos celestes, y, por otro lado, la hipótesis del éter, concebido como un fluido sin fricción y como sólido completamente elástico, es en realidad una hipótesis descriptiva.

La hipótesis analógicas son aquellas mediante las cuales formulamos una hipótesis basándonos en que lo que es verdadero en un conjunto de fenómenos, puede ser también verdadero acerca de otro conjunto, debido a que ambos tienen en común ciertas propiedades formales.

La hipótesis es una verdad provisional y nunca definitiva.
En realidad, la ciencia toda puede considerarse, en última instancia, como una continua hipótesis susceptible de verificarse y de ser corregida (un sentido amplio del termino hipótesis). Sin embargo, en el proceso de la ciencia, es preciso distinguir entre hipótesis, ley y teoría. La hipótesis tiene carácter provisional; pero puede irse depurando y ajustando hasta convertirse en una ley y después en una teoría científica, la cual viene siendo una explicación más completa de un conjunto de fenómenos, y a su vez, puede abarcar varias leyes.

Cuando una hipótesis es comprobada, adquiere el carácter de ley que puede definirse como aquella “relación constante y necesaria entre ciertos hechos” como acontece, por ejemplo, con las leyes del movimiento de Newton. Es claro que antes de llegar a ser comprobadas estas leyes, Newton formuló hipótesis en las cuales presumía lo que debía acontecer, y lo cual quedó confirmado al hacer los experimentos.

La investigación científica, no se queda con los aspectos externos de los procesos o problemas, sino que trata de descubrir los elementos esenciales que expliquen estas hipótesis empíricas, lo cual sólo puede realizarse planteando hipótesis teóricas que, por lo mismo, son más generales y en las cuales se destacan aquellas relaciones fundamentales entre los fenómenos.
Como se ha visto, el problema descriptivo se refiere fundamentalmente a las manifestaciones o aspectos externos de los procesos y estructuras y la hipótesis que trate de responder a este tipo de problemas puede vincular dos o mas variables, pero, esto no es suficiente para determinar sus causas.


Metodología
La metodología es un procedimiento general para obtener de una manera más precisa el objetivo de la investigación, dependiendo de la problemática que se vaya a estudiar se determina el tipo de investigación, es decir:

a) Bibliográfica.
b) De Campo.
c) Experimental.

CRONOGRAMA

Es el apartado del diseño de la investigación elaborado por quien habrá de realizar la investigación, y en el que se señala las diferentes etapas de realización del proyecto en relación con los tiempos estimados.
Al cronograma se le conoce también como: Grafico de Gantt o Calendario de Actividades; sea cual fuere el nombre, lo más importante es que en él queden registradas todas las actividades de la investigación y el tiempo estimado para realizar cada una de ellas, debiendo estar colocadas en un orden lógico, de acuerdo al proceso y a los requerimientos de la propia investigación.

Función de la Ley científica

Puesto que las leyes se formulan una vez que se ha hecho la comprobación y expresan relaciones constantes entre los fenómenos, su principal función es explicar un hecho con base en la relación que éste guarda con otro.
Un hecho singular se explica mediante una ley, en el sentido de que tal hecho es un caso particular de ella; se deduce de ella. En otras palabras, un hecho singular es una interpretación de un esquema de ley o formula legaliforme y, por tanto, toda formula legaliforme puede recibir una multitud de interpretaciones, ya que especifica una clase de hechos posibles.

Las leyes se descubren (no se inventan) y nos muestran una relación que se da en la realidad, esto es, son esquemas objetivos. Las formulas en cambio, se construyen pero no arbitrariamente sino expresando esos esquemas objetivos.

Referida a los hechos, una formula legaliforme tiene un dominio de validez limitado, más allá del cual resulta falsa.
Ejemplos:

Un movimiento imposible para un avión que vuele a velocidad uniforme.
Un movimiento posible para ese mismo objeto.

Esto significa que, aunque es lógicamente posible la trayectoria A, físicamente es imposible; lo cual limita el dominio de validez de la fórmula.
Las leyes condensan nuestro conocimiento de lo actual (lo que es) y lo que (lo que puede ser), y gracias a esto nos permiten predecir lo que sucederá con un fenómeno determinado que tenga las características necesarias para ser un elemento de la relación expresada por la fórmula.

Resumiendo lo anterior, se puede decir que, las funciones de la ley son las propias del conocimiento científico: explicar y predecir el curso de los fenómenos o hechos que ocurren en la naturaleza y en la sociedad.


Clases de Ley Científicas

Puesto que la formula es el reflejo de la realidad objetiva, mientras más cercana se encuentre a esa realidad, y mejor la exprese, en la medida en que fielmente la refleje, se considerará como una ley más profunda o, para decirlo con lenguaje técnico, se considerará como una Ley de nivel alto (axioma o postulado). Puesto que la ciencia tiene como meta la objetividad, debe aspirar a leyes de nivel alto, a formulas legaliformes que no dependan de las circunstancias.
En cambio las leyes de nivel bajo (teoremas) se limitan al marco de referencia; es decir, se formulan en función de las circunstancias en que se da el fenómeno que es el elemento de la relación. A pesar de que son leyes de bajo nivel y su alcance es limitado, encajan en un sistema científico y se derivan de leyes de alto nivel, en las cuales se fundamentan.